Alimentación México Mérida, Yucatán, Jueves, 01 de marzo de 2012 a las 10:16

Un refugio para las especies: el Banco de Germoplasma del CICY

Albergará muestras consideradas de interés prioritario para México y, en particular, para la península de Yucatán

GHM/DICYT Desastres naturales, inundaciones, sequías o plagas constituyen siempre pérdidas irreparables a nivel biológico que no solo impactan el medio ambiente sino diversas actividades humanas. Por ello, en febrero, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Gobierno de Yucatán firmaron el Anexo 36 del convenio de coordinación para el establecimiento de un Banco de Germoplasma, cuyo manejo y administración estará a cargo del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

 

Ubicado en las instalaciones del Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, el Banco de Germoplasma constituye un refugio que albergará muestras consideradas de interés prioritario para México y, en particular, para la península de Yucatán. Con ello, se genera conocimiento científico orientado al uso y la conservación de estos recursos para ponerlos a salvo de su posible pérdida o destrucción.

 

Características únicas de conservación


Los Bancos de Germoplasma tradicionales se dedican a ubicar, recolectar, conservar y caracterizar el plasma germinal de las plantas ex situ (fuera de su lugar de origen), porque estas especies tienen semillas ortodoxas que pueden secarse y almacenarse a bajas temperaturas por largos períodos sin perder su viabilidad, es decir, su capacidad de germinar al ser sembradas.

 

Como el Banco de Germoplasma del CICY se ubica en el trópico, hay otro tipo de especies, que presentan semillas recalcitrantes (aquellas que no pueden resistir los efectos de la sequedad o temperaturas menores de 10 °C), se realizará la conservación de plantas in situ (en su hábitat), in vivo (fuera de su zona habitual de crecimiento y bajo el cuidado de expertos, como en un jardín botánico o en viveros de propagación, por ejemplo) o ex situ e in vitro (en laboratorio, en material de vidrio) mediante técnicas de cultivo de tejidos, entre otras formas de conservación.

 

A decir del Dr. Alfonso Larqué Saavedra, Director del Parque Científico y Tecnológico de Yucatán: “ya no se trata de los bancos clásicos descritos por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) o la Unión Europea, sino que este es un banco ad hoc para las condiciones del trópico mexicano. Muchas de las especies que forman parte del Banco se ubican en áreas protegidas y, en el mismo lugar donde crecen estos organismos, se pueden identificar, caracterizar y conservar”.

 

Al realizar la conservación in situ, el banco expande sus posibilidades de conservación y gana una posición destacada a nivel nacional y mundial. Considerando la biodiversidad de la península de Yucatán, el banco puede albergar semillas, hongos, plantas y animales.

 

“En la región contamos con dos mil especies de plantas, entre comestibles, medicinales y forrajeras, además de especies ornamentales y aquellas utilizadas en la construcción. Si hablamos del reino animal, hay cerca de cinco mil especies de invertebrados y poco más de mil vertebrados, de manera que la riqueza que tenemos es vasta. El reto ahora es seleccionar cuáles especies estarán en el Banco”, comentó el Dr. Larqué.

 

Sumando alianzas


A través de la colaboración interinstitucional entre academia, gobierno y representantes de las organizaciones de la sociedad civil, el CICY ha logrado conjuntar esfuerzos con la Semarnat, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Gobierno del Yucatán (Seduma) y la Asociación Civil Pronatura México para crear el Sistema del Banco de Germoplasma de Yucatán (SIBANGEPY), que le permitirá ampliar su capacidad y cobertura.

 

“Con ello, se integran organizaciones, instituciones y al sector gubernamental que cuenten con áreas naturales, reservas territoriales, jardines botánicos u otros, y cuya misión contemple la conservación de la biodiversidad biológica del Estado o de la región de la península de Yucatán”, aseguró el Dr. Larqué.

 

Al momento, el Banco ya se encuentra en operaciones con la creación de las bases de datos con la información que se ha acumulado de años de investigación en el CICY y en la región.

 

Con una inversión inicial de 24 mdp para la edificación de la construcción especializada que lo albergará, se espera que el Banco de Germoplasma quede terminado en mayo de este año. Con ello, se podrá comenzar la fase del equipamiento, con la instalación de seis cámaras frías y cuatro laboratorios.

 

Del Polo Norte al Sureste Mexicano


En todo el mundo se han establecido bancos de germoplasma para la conservación del material genético de distintas especies y preservarlas para el futuro. En años recientes, el mundo entero supo del Banco Internacional de Semillas de Svalbard, al que la prensa ha bautizado como el Arca de Noé o cripta del día del juicio, en el que Noruega ha invertido cinco millones de dólares para guardar muestras a 18 ºC bajo cero. Enclavado en el archipiélago Svalbard, en el Océano Glacial Ártico, tiene una capacidad máxima para almacenar cuatro millones y medio de semillas.

 

En México, para preservar la diversidad de especies para el futuro, también hay varios bancos de este tipo y se cuenta con un número importante de colecciones de especies:

 

Banco de Germoplasma del Maíz
Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Veracruz
El programa de Recursos Genéticos del CIMMYT tiene a su cargo los bancos de germoplasma de maíz y trigo. En el primero, están depositadas 27 mil colecciones únicas de semilla de maíz, incluida la colección de razas criollas de maíz más grande del mundo, además de muestras de sus parientes silvestres, como el teosintle y Tripsacum, y variedades mejoradas; mientras que en el de trigo se encuentran 150 mil colecciones únicas de semilla de Tritici de más de cien países.

 

Banco Nacional de Germoplasma Vegetal (Bangev)
Universidad Autónoma Chapingo, Estado de México
El Bangev tiene una colección de semillas donde están representadas las especies silvestres y cultivadas de uso alimenticio, medicinal y combustible de México. Su base de datos contiene 8 mil 337 ejemplares correspondientes a 72 familias, 214 géneros y 295 especies.

 

Banco de Germoplasma del Maíz
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Coahuila
Este banco se construyó ante la necesidad de conservar ex situ la riqueza genética de los maíces nativos, además de fomentar su uso y aprovechamiento. El banco tiene una capacidad de almacenamiento de 435 metros cúbicos y puede albergar hasta cien mil muestras de maíz.

 

Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG)
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Jalisco
Se dio a conocer como el “Arca de Noé” de Tepatitlán. Su inauguración estaba prevista para 2010, pero comenzó operaciones en mayo de 2011. Las actividades del CNRG se focalizan en la conservación ex situ y en el largo plazo, in vitro.

 

Depositario Nacional de Opuntia (nopal)
Universidad Autónoma Chapingo, Estado de México
Considerado el depositario más importante de México, tiene el objetivo de preservar el germoplasma de esta especie, mejorar la semilla de estos cultivos y elaborar la guía para describir variedades de nopal-tuna y xoconostles.

 

El Banco de Germoplasma del CICY se suma a este esfuerzo de conservación, pues a través de este banco será posible proteger, conservar, propagar y asegurar la diversidad biológica de la región, recayendo en él la enorme responsabilidad —y satisfacción— de garantizar que las plantas de la Península se mantengan vivas para las generaciones presentes y futuras. (DHTN/GHM - Enlace Institucional CICY)