Salud España , Salamanca, Lunes, 08 de marzo de 2010 a las 14:07

Un sistema permite predecir la muerte de neuronas en fases muy tempranas

Un laboratorio del Instituto de Neurociencias de Castilla y Le贸n solicita una patente de un kit de marcadores para detectar se帽ales de deterioro cuando las c茅lulas a煤n est谩n sanas

José Pichel Andrés/DICYT El Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) ha desarrollado un kit de marcadores de preneurodegeneración, es decir, un sistema que encuentra señales que permiten predecir si las células del sistema nervioso, las neuronas, van a sufrir un deterioro que provoque su muerte masiva, lo que conduce a enfermedades como el alzhéimer, el párkinson o la esclerosis múltiple. Después de años de investigación, el equipo de José Ramón Alonso Peña ha solicitado una patente de este kit que se basa en la detección de determinadas señales de las propias neuronas cuando aún están sanas.

 

"Podemos detectar las neuronas que van a morir en una etapa muy temprana, antes de que tengan ningún daño observable gracias a unos marcadores específicos que nos permiten identificarlas", indica el investigador en declaraciones a DiCYT. "Cuando le mostramos estas células a fisiólogos para que las registren, nos dicen que son normales; en cambio, nosotros sabemos que si presentan ciertos indicadores, estarán muertas en cierto tiempo", añade.

 

Se trata de "un modelo que nos muestra lo que sucede en una célula antes de que esté dañada, porque tiene cambios muy sutiles, pensamos que se trata de las primeras señales y que, posteriormente, se abre una cascada de reacciones hasta que la célula finalmente muere", agrega. La idea es controlar proteínas muy específicas. "Los primeros cambios están relacionados con la expresión génica de ciertas proteínas, por ejemplo, las histonas", apunta Alonso. Ante el deterioro, las células tienen mecanismos de supervivencia y reparación, de manera que producen determinadas señales y activan ciertos mecanismos de respuesta que, en este caso, son una pista que los científicos usan para determinar que la neurona va a tener problemas en un breve espacio de tiempo.


Según José Ramón Alonso, la posibilidad de que en un futuro se detecte de forma precoz la neurodegeneración puede suponer un paso muy importante en la lucha contra ciertas enfermedades. "Cuando una persona tiene alzhéimer, va a consulta porque ha notado síntomas de pérdida de memoria, probablemente en ese momento ya haya perdido cientos de miles de neuronas. La única opción que tenemos es intentar detener ese proceso y la aportación de nuestro kit supondría estar a tiempo de hacerlo, porque se trata de un momento en el que las neuronas están empezando a mostrar señales de alarma", explica, "si podemos identificar esa primera fase, quizá aún estemos a tiempo de hacer algo", indica.

 

El laboratorio del Incyl lleva trabajando en esta línea en los últimos 10 años y ya ha comprobado todo esto de forma teórica en neuronas en cultivo y ahora el reto es hacerlo en un modelo de ratón en vivo. "El problema es que trabajamos con animales y para trasladar esto a las personas personas primero habría que comprobar si alguno de esos marcadores los podemos conseguir en tejido nervioso periférico o no", indica.

 

Mecanismos de reparación

 

En cualquier caso, "con este modelo único podemos estudiar cualquier factor para ver si es capaz de proteger a estas neuronas que van a morir, una especie de plataforma de pruebas", teniendo en cuenta que en etapas tempranas, los mecanismos de reparación de las propias células aún están intactos.

 

Un ejemplo de esto es parte de otra línea de investigación paralela del laboratorio, que se basa en la idea de que en la muerte de neuronas las células gliales juegan un papel clave. Así, cuando la glía se activa, ayuda a proteger a las neuronas, pero si se sobrepasa un cierto límite, aparece lo que se conoce como tormenta glial, un proceso neurotóxico en el que las propias sustancias que producen la glía matan a las neuronas. En este sentido, "reparar el cerebro aún es casi soñar, pero si conseguimos que alguno de estos inhibidores nos permitan controlar la reacción glial, puede ser muy importante", señala el experto.