Ciencias Sociales Costa Rica , Costa Rica, Miércoles, 23 de noviembre de 2011 a las 11:36

Una conferencia ilustra sobre la importancia de la bioseguridad en diferentes ámbitos

La charla corrió a cargo de Francisco Hernández Chavarría, catedrático en Microbiología

UCR/DICYT Francisco Hernández Chavarría, catedrático en Microbiología ha ofrecido la conferencia El microbiólogo en el taller de grabado en el Auditorio de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, en la que se ha referido a la labor que ha estado desarrollando en torno a la importancia de velar por la bioseguridad, tanto en laboratorios como en el campo del arte, en donde se trabaja con sustancias peligrosas. Para ello hecho alusión al artículo Cinco años de abstinencia total de ácidos, que escribió para la revista española Arte, individuo y sociedad, la cual publica experiencias de trabajo docente.

 

Al respecto el Dr. Hernández apuntó que en el campo del arte se utilizan sustancias tóxicas, como el barsol, y específicamente en grabado tradicionalmente las láminas se han trabajado con ácido nítrico, lo cual es sumamente tóxico.


De allí que se ha dedicado a investigar acerca del empleo de métodos más seguros y amigables con la naturaleza. En este sentido señaló que desde hace alrededor de 20 años un grupo de personas han venido trabajando el grabado con sustancias no tóxicas.

 

Agregó que él junto con su profesor y colaborador Alberto Murillo Herrera, han publicado cerca de diez artículos en revistas especializadas en Artes Plásticas, en torno a las ventajas del reciclado de los materiales y de las sustancias que se emplean en el grabado. Al respecto, expresó -en forma jocosa- que el mejor ejemplo de reciclaje lo constituye él mismo, que pasó de ser catedrático de Microbiología a estudiante de Artes Plásticas.


Microbiólogo y grabador

 

El Dr. Francisco Hernández-Chavarría ejerció la docencia en Microbiología y Microscopia Electrónica en la Universidad de Costa Rica por más de 30 años. También publicó más de 200 artículos científicos, con énfasis principal en epidemiología y ultraestructura de agentes infecciosos.

 

En el 2006 se acogió a la jubilación, pero continuó su labor académica como profesor ad honorem en la Facultad de Microbiología y como investigador en el Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas (Ciemic), para finalmente concentrarse exclusivamente en la Cátedra de Grabado de la Escuela de Artes Plásticas, de la cual es estudiante.

 

Actualmente cursa el cuarto año en la carrera de Grabado y recientemente el Consejo Universitario le otorgó el reconocimiento como mejor estudiante de la carrera de Grabado en el 2010.