Salud España , Valladolid, Martes, 26 de octubre de 2004 a las 18:24

Una empresa farmacéutica japonesa trabajará con una línea celular creada en el IOBA

Permite el estudio en condiciones óptimas de enfermedades como la conjuntivitis, el ojo seco y diferentes alergias oculares

BGA/DICYT El Consejo de Gobierno de la Universidad de Valladolid ha aprobado hoy un acuerdo para la transferencia de la línea celular IOBA-NCH a aquellas empresas que esté interesadas, previo pago de 3.000 euros destinados al desarrollo de los cultivos de dicha línea. Por el momento, ya existe una empresa farmacéutica japonesa interesada en obtener este cultivo para desarrollar diferentes experimentos relacionados con enfermedades oculares como la conjuntivitis y el ojo seco.

La línea celular, desarrollada por las científicas Yolanda Diebold y Margarita Calonge, del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid, ya se ha cedido a numerosas entidades científicas sin ánimo de lucro para el desarrollo de sus trabajos y, tal y como recoge el acuero de hoy, continuará haciéndose en el futuro.

Se trata de una línea celular, es decir, un tipo de células que se reproducen de manera continua que tiene unas características muy determinadas que las hacen propicias para el desarrollo de experimentos, lo que permite, en algunos casos concretos, evitar con el empleo de animales para en experimentos.

La línea celular fue aislada por estas dos investigadoras del IOBA y es de origen humano. La gran ventaja que presenta es que se reproduce sin ningún tipo de intervención externa, y su origen está en la conjuntiva del ojo humano, es decir, en la zona o superficie mucosa que reviste el interior de los párpados y la parte anterior del globo ocular hasta la córnea.

Además seda la circunstancia de que la IOBA-NHC (Normal Human Conjuctiva) como ha sido denominada, se reproduce de manera continua, careciendo de contaminación de ningún tipo en su formación. Por este motivo presenta unas características especialmente adecuadas para la experimentación, puesto que están en un estado que se puede considerar, de alguna manera, puro.

Los estudios más directos para los que se pueden emplear estas células tienen que ver con enfermedades inflamatorias de la superficie ocular, como pueden ser conjuntivitis, el ojo seco o las alergias.