Salud España , Salamanca, Jueves, 15 de marzo de 2007 a las 16:33

Una farmacéutica americana comercializará un compuesto contra el cáncer que tuvo su origen en una investigación española

Miguel Fernández Braña explica en Salamanca cómo se pueden "copiar" modelos de la naturaleza para el diseño de fármacos

JPA/DICYT Una empresa farmacéutica americana comercializará en 2008 el amonafide, un producto que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de ciertos tipos de leucemia y que tuvo su origen en una investigación que desarrolló un laboratorio privado español en los años 70, según ha explicado hoy en Salamanca Miguel Fernández Braña, catedrático de Química Orgánica y Farmacéutica de la Universidad San Pablo-CEU que formó parte de aquel grupo de científicos. Su descubrimiento fue posible al lograr un compuesto sintético basado en estructuras naturales y que, unido al ADN, detiene la reproducción celular.

 

"Las naftalimidas son un grupo de sustancias anticancerosas que diseñamos en el laboratorio Made hace ya casi 30 años. Nos basamos en una serie de estructuras de compuestos naturales que conseguimos copiar, es decir, lo hoy se llama cortar y pegar. Así, creamos una estructura nueva que resultó ser muy activa y que fue seleccionada unos años después por el Instituto Nacional del Cáncer para desarrollar la fase clínica de este producto", ha explicado hoy a DICYT Miguel Fernández Braña. 

 

Efectos sobre tumores


El modelo para crear esta sustancia se encontró en la naturaleza, partiendo de plantas del género aristoloquia, productos de fermentación y un tipo de alcaloide, además de otro producto que ya era sintético. "Con estos fragmentos estructurales seleccionados se llegó a una estructura nueva y original que portaba cualidades de los anteriores, las naftalimidas", explica el catedrático. Estas sustancias se unen al ADN y a una enzima que está implicada en la replicación celular, la topoisomerasa 2. El conjunto forma un complejo ternario (ADN, topoisomerasa 2 y naftalimidas) que hace fracasar la replicación celular. Es decir, dan lugar a la apoptosis, la muerte celular programada, de manera que el tumor no se desarrolla.


Estos descubrimientos se trasladaron a Estados Unidos, donde el desarrollo de la investigación fue muy lento hasta que dos compañías privadas continuaron con ensayos clínicos, una de ellos para tratar la leucemia mieloide aguda y otro para el tratamiento del cáncer de próstata y de mama. La compañía que trabaja sobre la leucemia tiene previsto sacar en 2008 el producto al mercado, ya que presenta "una actividad muy importante en una determinada fase de la enfermedad". En cualquier caso, la empresa americana ha desarrollado sus propias patentes al margen de las registradas con anterioridad por los científicos españoles. En cuanto al tumor de próstata y de mama, la respuesta favorable se ha determinado en un 20 ó 30%, y está previsto también que se pueda comercializar un compuesto en pocos años.

 

Aislar sustancias


Fernández Braña ha participado esta mañana en el Simposio sobre plantas medicinales y productos naturales como fuente de nuevos fármacos que tiene lugar en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca, donde ha presentado este modelo que "copia" a la naturaleza para generar nuevos fármacos. "La naturaleza no hace medicamentos. Lo que tiene que hacer el científico es aislar la sustancia que le interesa cuando sabe que una planta tiene aplicación. Una vez que la estructura está identificada, hay que trabajar sobre ella y ahí es donde entra la química de síntesis, para conseguir mejorar el producto natural y así lograr mayor actividad, menor toxicidad y menores efectos secundarios", ha declarado.