Alimentación España , Palencia, Martes, 15 de mayo de 2007 a las 17:13

Una investigación de fin de carrera permite crear el primer Catálogo Micológico de Palencia

Recoge 800 especies, aunque los expertos estiman que en la provincia podría llegar a haber más de 2.000

Vanessa Domínguez/DICYT Un alumno de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia, Raúl Fraile Fabero, ha presentado el primer Catálogo Micológico Palentino que ha sido resultado de un estudio realizado con motivo de una investigación de fin de carrera. El catálogo recoge cerca de 800 especies, aunque el autor reconoce que en el territorio de la provincia podría llegar a haber hasta 2000.


Fraile Fabero comenzó su trabajo de investigación ya hace seis años, bajo la tutela de Juan Andrés Oria de Rueda, profesor de Botánica Forestal de la Escuela de Ingenierías Agrarias y presidente de la Asociación de Estudios Micológicos Forestales de la Universidad de Valladolid.


La investigación abarca toda la provincia de Palencia, en todos sus hábitats y microhabitas existentes, y en la metodología de trabajo se diferencian claramente dos partes: la primera, centrada en las salidas al campo, en la que se ha empleado un GPS para posicionar cada especie y una cámara de fotos, ya que “resulta de gran utilidad tener fotos del lugar donde se ha encontrado la muestra y de su aspecto en estado fresco, para facilitar su posterior clasificación. Algunos ejemplares pueden presentar problemas de conservación en el momento de su estudio”, comenta Fraile Fabero.


La segunda parte del trabajo tiene lugar en el laboratorio y comienza con la clasificación de las muestras lo antes posible para que no se degraden, e implica que se hagan anotaciones de los aromas, sabores, fotos detalladas de las diferentes partes de la seta y en el caso de especies difíciles de determinar se recurre a la microscopía, (observación de las esporas y otras microestructuras como basidios, cistidios, trama cuticular, estructura de las hifas), que resultan clave en la clasificación de los hongos.


Con los ejemplares grandes, se preparan las exicatas (son muestras secas, correctamente tratadas que incluyen todas las partes de la seta necesarias para su determinación). Básicamente, se trocean las muestras con un centímetro de grosor como máximo, y posteriormente se secan en una estufa evitando la contaminación de otras esporas. Posteriormente, se empaquetan en bolsas de plástico transparente, de forma independiente, incorporándoles una etiqueta, en la que figura su nombre científico que hace referencia a una base de datos del herbario creado con todas las muestras, que forma parte del proyecto.


Base de datos del herbario


Esta base sirve de complemento al trabajo de laboratorio, ya que permiten demostrar que las especies integrantes en el catálogo han sido localizadas en Palencia. Este herbario se compone de diferentes apartados; fecha de recolección, fecha de legitimación (fecha en la cual ha sido clasificada la seta, suele ser en días posteriores a la recolección), legitimador, hábitat, localidad y observaciones, como por ejemplo, acidez del sustrato, datos del lugar y ecología, entre otros.


Según explica Fraile Fabero, cada especie tiene datada, su clasificación, modo de vida (micorrícico, saprofito, parásito, etc...), sustrato (lignícola, pirófilo, queratinofilo ( viven sobre uñas, cuescos, plumas), briófilo, etc..), comestibilidad, y un apartado de varios que incluye, usos tradicionales, propiedades medicinales y nombres comunes de la provincia. Se añade a todo esto, un mapa de distribución de las especies con unas fichas técnicas que permiten extractar conclusiones sobre los sustratos en que se encuentran, sus modos de vida o el porcentaje o cantidad de ejemplares de cada lugar, lo que facilita conocer su riqueza y diversidad.