Alimentación España , León, Jueves, 12 de junio de 2014 a las 15:01

Una mariposa de la familia ‘Psychidae’ es la causante de la plaga que afecta a algunos puertos de la provincia de León

El biólogo Félix Javier González asegura que lo que está ocurriendo entra dentro de la dinámica poblacional normal de la especie y que por tanto no tendría lógica aplicar ningún tratamiento

CGP/DICYT El biólogo Félix Javier González Estébanez, coautor del libro Mariposas diurnas de la provincia de León, ha aclarado en declaraciones a DiCYT el desconcierto creado es los últimos días en relación a la plaga de un insecto en algunos puertos de montaña de la provincia de León, concretamente en las comarcas de Babia, Luna y Omaña. Según el experto, el insecto en cuestión es un lepidóptero (mariposa) de pequeño tamaño de la familia Psychidae.

 

Las especies de esta familia de mariposas se caracterizan por que sus orugas están protegidas por un estuche que ellas mismas construyen con materiales del entorno y que solo abandonan parcialmente para desplazarse y alimentarse. En el caso de la especie que afecta a la provincia, su oruga es polífaga (come una gran variedad de plantas) y sus hembras son ápteras (carecen de alas).

Aunque en países tropicales esta familia de mariposas sí que produce daños importantes a los cultivos, en España su incidencia como plaga es rara y suele presentarse de forma localizada y afectando a pequeñas extensiones. En el caso de la especie que ha aparecido masivamente en la montaña leonesa, apunta González Estébanez, “sí que podría calificarse como plaga ya que según la RAE es una aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a poblaciones animales o vegetales, puesto que han aparecido en gran número, dañando localmente los pastos y afectando económicamente al ganado trashumante que los aprovecha a partir de estas fechas, incluso podría afectar a la cotización de los pastos en años futuros”.

 

Sin embargo, a su juicio, la situación “no es preocupante y no tendría lógica aplicar ningún tratamiento”. “Primero por que las orugas ya están en su último estadío de desarrollo y en los próximos días crisalidarán y saldrán las mariposas adultas, no consumiendo más alimento hasta la siguiente generación. Segundo, porque solo hay dos tratamientos posibles, o bien aplicar insecticida, que contaminaría los pastos y acuíferos de la zona, afectaría al ganado y al resto de la cadena trófica (eliminando la totalidad de los insectos presentes en el área tratada) y que solo afectaría a las orugas que se están alimentando (recordemos que en unos días dejarán de alimentarse), o bien hacer un control de la población retirando manualmente a las orugas en las zonas más afectadas”.

 

En cualquier caso, continúa, lo que está ocurriendo este año “entra dentro de la dinámica poblacional normal de la especie, siendo muy abundante algunos años cuando las condiciones climatológicas primaverales son muy favorables (especialmente en términos de precipitación) y disminuyendo acusadamente otros años”. Años atrás, recuerda el biólogo, esta mariposa ya fue muy común en las comarcas de Babia, Luna y Omaña, donde este año ya a afectado a más de 10 hectáreas, “aunque nunca se presentó de forma tan abundante por lo que ha de tomarse este hecho como algo excepcional y que se autorregulará naturalmente”.

 

Posibles soluciones

 

La prevención es en su opinión la mejor herramienta para gestionar este tipo de problemas. “En otros países de Europa, con políticas medioambientales más serias y con una mayor concienciación ambiental, existen programas (llevados a cabo por expertos) de seguimiento y monitorización de especies potencialmente peligrosas desde el punto de vista agrícola y forestal”. En la misma línea, apunta que “no debemos de olvidar que a este incidente en nuestros puertos de montaña, hay que sumar la ya conocida procesionaria el pino (Thaumetopoea pityocampa) que causa incalculables daños anualmente, la lagarta peluda (Lymantria dispar) que el año pasado defolió por completo varias hectáreas de pinar en El Bierzo o al pequeño zigénido Aglaope infausta, que año tras año ataca a las hojas de numerosas especies de frutales como manzanos, perales o cerezos, entre muchas otras especies consideradas como plagas potenciales”.

 

De este modo, “con programas de seguimiento específicos la administración sería capaz de actuar prematuramente, adelantándose al daño y ahorrando tratamientos paliativos costosos y pérdidas de productividad agrícola”.