Salud México , Michoacán, Viernes, 25 de septiembre de 2009 a las 17:50

Una nueva estufa ayuda a prevenir enfermedades pulmonares entre las mujeres de áreas rurales

Investigadores de instituciones mexicanas miden el impacto sanitario de un proyecto que mejora el rendimiento de la leña utilizada para cocinar

Eva Aguilar/DICYT Un nuevo tipo de estufa fija que reemplaza la cocina tradicional abierta utilizada en miles de hogares en las áreas rurales de México, está contribuyendo a reducir las complicaciones respiratorias entre las mujeres que han aceptado utilizarlas, porque disminuye el porcentaje de contaminación que se produce dentro de las casas cuando se quema la biomasa que alimenta el fuego. Así lo confirma un estudio publicado en la edición del 1 de octubre de American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, en el que han participado investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y la Universidad Nacional Autónoma de México. 

 

De acuerdo con la publicación, unas 27 millones de personas en las áreas rurales indígenas de México utilizan biomasa, especialmente leña, como combustible para generar el fuego en estufas sin chimeneas que expulsan el humo dentro de las viviendas. Cocinar utilizando este tipo de estufas genera contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno e hidrocarburos, que son especialmente dañinos para la salud. Estudios anteriores habían demostrado una relación directa entre la inhalación del humo producido por la quema de la biomasa, con bronquitis crónica y obstrucciones en las vías respiratorias en mujeres.

 

En el 2003, el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA), cuyo centro de trabajo se encuentra en Michoacán, puso en marcha el programa Patsari. El propósito de este proyecto es promover el uso sostenible de la leña, mediante la instalación de estufas más eficientes y menos contaminantes en las áreas rurales del centro de México. Las estufas Patsari están construidas en un lugar fijo de la casa, tienen chimenea, y su tamaño y dimensiones internas permiten una combustión más limpia, al tiempo que respetan las características del fogón tradicional.

 

En comparación con las estufas tradicionales, las nuevas estufas han reducido un 70% de la contaminación dentro de las viviendas, un 56% del gasto en combustible y un 74% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, hasta el momento no se había determinado el efecto que han tenido en la salud de las mujeres que cocinan en ellas.

 

Tan efectivas como dejar de fumar

 

Para obtener los resultados, los investigadores analizaron la información preliminar del impacto que estaba generando el proyecto Patsari en más de 500 hogares, incluyendo encuestas sobre síntomas de enfermedad y pruebas médicas. Y aunque al momento del estudio (febrero del 2005 a junio de 2006) sólo un tercio de las mujeres a las que se les había asignado e instalado una de las nuevas estufas declaró utilizarla todo el tiempo, los autores fueron capaces de determinar que entre aquellas que se incorporaron por completo al programa, aquellas que hacían un uso compartido de ambas estufas y aquellas que seguían utilizando la estufa abierta, fueron las primeras las que marcaron menos incidencia de dolores de cabeza y espalda, tos, molestias en los ojos, y congestión y secreción nasal.

 

"Durante 12 meses de seguimiento, el uso de las estufas Patsari demostró un efecto protector en la respiración y una tendencia a mejorar la función de los pulmones, comparable a lo que le ocurre a un fumador al dejar de fumar", señaló Horacio Riojas Rodríguez, del Instituto Nacional de Salud Pública de México, y uno de los autores del artículo, citado en un comunicado de prensa de la Sociedad Torácica de Estados Unidos que publica American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.

 

Efectivamente, una prueba para determinar el volumen de aire que se puede soplar en un segundo, demostró que las mujeres que aún cocinan con fuegos abiertos tienen su capacidad pulmonar doblemente disminuida, en comparación con aquellas que se han sumado al nuevo sistema.

 

"De acuerdo con la organización no gubernamental que trabaja con estas comunidades, la participación en el programa ha aumentado en un 70% desde que terminó el estudio que hemos publicado en este artículo", dice Riojas.

 

Por lo tanto, la intención de los investigadores es continuar con la búsqueda de resultados que, entre cosas, contribuyan a determinar la mejor forma de implementar este tipo de proyectos que buscan mejorar la calidad de vida en las áreas rurales del país.