Salud España , León, Lunes, 05 de febrero de 2007 a las 14:02

Una profesora de la Universidad de León analiza la dimensión neuropsicológica de la esclerosis múltiple

Con el objetivo de determinar la posible alteración que produce esta afección en las funciones cognitivas del paciente

MJF/DICYT La profesora de la Universidad de León, Carmen Requena, dirige un estudio centrado en la valoración neuropsicológica de enfermos de esclerosis múltiple con el objetivo de determinar si esta afección produce una alteración de las funciones cognitivas, para después desarrollar un programa de intervención aplicado por los propios cuidadores de los pacientes. La investigación se realiza en colaboración con los Servicios de Neurología y Geriatría del Hospital de León y cuenta con la participación de 30 pacientes de cada uno de ellos.

El estudio parte de la base de que la posible alteración cognitiva puede deberse al deterioro físico causado por la propia enfermedad o responder a una disminución de la vida activa del paciente. Por ello, se realiza tanto con enfermos de esclerosis múltiple jóvenes, de 20 años en adelante, como con mayores de 65 años, que en ambos casos sufren una limitación cognitiva teóricamente causada, en un caso, por la enfermedad, y en otro, por la edad.

La profesora Carmen Requena explica a DICYT que la elección de ambos perfiles tiene por objetivo determinar el componente de carácter biológico de la enfermedad y el que corresponde al empobrecimiento ambiental o reducción de la vida activa del paciente. Según indica, si el deterioro cognitivo se debe a la propia enfermedad, las gráficas resultantes del desarrollo de programas de estimulación reflejan una mejora a corto plazo y un decaimiento posterior a la línea base, mientras que si el deterioro cognitivo es causado por una reducción de la vida activa se produce una mejora inicial y un mantenimiento continuado de la misma.

El análisis de la trayectoria del deterioro cognitivo tiene por objetivo final desarrollar programas de psicoestimulación que sean aplicados por los propios cuidadores de los pacientes teniendo en cuenta que son los que mantienen un mayor contacto con ellos. Por eso, la intención es entrenar a los propios cuidadores para que sean quienes apliquen el programa de intervención frente a los desarrollados por profesionales, para evaluar su eficacia y la reducción de costes que puede suponer esta alternativa.

Otro aspecto que también tiene en cuenta la investigación es la relación entre la enfermedad y la dimensión psíquica, ya que estudios recientes asocian la aparición de esta afección a desencadenantes emocionales de carácter fuerte como una desgracia.

El estudio, financiado por la Consejería de Sanidad, también pretende paliar la escasa existencia de investigaciones centradas en el análisis neuropsicológico de la enfermedad, ya que normalmente se ocupan de la dimensión física de la misma, según indica Carmen Requena. Esta investigación se completa con otra realizada por Departamento de Fisiología de la Universidad de León centrado en la mejora de calidad de vida de los enfermos mediante programas de entrenamiento individualizados de fuerza y equilibrio.


 

Alteraciones del sistema cognitivo
La valoración neuropsicológica que plantea el estudio se fundamenta en el hecho de que los afectados por esclerosis múltiple, además de los deterioros físicos, sufren alteraciones relacionadas con su sistema cognitivo, como una reducción de la capacidad de entendimiento, y trastornos de su estado de ánimo que pueden dar lugar al desarrollo de cuadros de depresión.