Medio Ambiente Costa Rica , Costa Rica, Miércoles, 23 de octubre de 2019 a las 08:45

Vecinos inesperados, ¿cómo convivir con la fauna silvestre en entornos urbanos?

La UCR se alía con el Sinac para mejorar la convivencia con los animales silvestres urbanos que habitan en el campus

UCR/DICYT ¿Alguna vez se ha encontrado con un mapache, una zarigüeya o varios murciélagos al llegar a su casa, incluso en la oficina o en el aula? Si vive en una zona urbana es muy probable que sí, ya que los animales silvestres llegaron a las ciudades para quedarse.

 

En la Gran Área Metropolitana (GAM) convivimos con mapaches, zorros pelones (zarigüeyas), pericos, lechuzas, tepezcuintles, zorras grises, coyotes, perezosos, culebras, abejas, hormigas, murciélagos, puercoespines y hasta pumas que transitan las zonas urbanas. La presencia de estos animales es una realidad, pero no nos percatamos de ellos hasta que tenemos un encuentro.

 

Las interacciones entre personas y estos animales silvestres urbanos son cada vez más comunes, debido a la pérdida de los hábitats naturales y a las actividades humanas que se desarrollan en las ciudades, según explica Pablo Vásquez Badilla, encargado de vida silvestre de la Oficina Subregional de San José del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).

 

Cuando ocurren estos encuentros, suelen generar efectos indeseados como daños en la infraestructura, excrementos, malos olores, ruidos y reacciones en las personas, que van desde el miedo hasta el enojo. Pero intentar acabar con ellos no es la solución. En su lugar, los expertos recomiendan aprender a convivir con estas especies y realizar los cambios necesarios en nuestros hogares y centros de estudio y trabajo para evitar que se conviertan en un problema.


¿Por qué se mudaron a nuestro vecindario?

 

El experto en vida silvestre, Pablo Vásquez, explica que hay muchas especies silvestres urbanas que, gracias a su flexibilidad adaptativa, han logrado adecuarse a los ecosistemas urbanos e incluso se han visto modificaciones en su comportamiento, sus hábitats, sitios de anidación y cambios en sus dietas. A este fenómeno de homogenización de la fauna y flora bajo la influencia humana se le conoce como sinantropización.

 

Las especies silvestres urbanas aprovechan los recursos y condiciones generadas por los seres humanos para encontrar alimento y refugio fácilmente. La disponibilidad de comida en los basureros, debido al mal manejo de los residuos en los hogares, y la presencia de alimentos para mascotas, que quedan al descubierto, son los motivos principales por los cuales los animales silvestres visitan nuestro hogar.

 

La mala infraestructura de techos, cielorrasos y cornisas resultan espacios ideales para que las palomas hagan sus nidos y que los murciélagos entren a las casas y edificios. Asimismo, huecos y espacios pequeños en contrapisos o entre paredes son muy atractivos para mapaches o zarigüeyas que buscan refugio para ellas y sus crías.

 

Estas especies coexisten y conviven con nosotros en zonas urbanas gracias a las facilidades que les proporcionamos, aun sin saberlo. Incluso, se teme que al liberarlas en zonas boscosas no lograrían sobrevivir, ya que no cuentan con los mismos recursos que en la ciudad. También se ha visto que rehabilitar a esas poblaciones es muy difícil cuando ya han cambiado su comportamiento, según detalló Vásquez.

Los animales del campus

 

La Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica alberga seis especies nativas de mamíferos terrestres y tres introducidas, según lo constató el biólogo Diego Salas Solano. En su estudio de tesis, publicado en el 2018, indica que las más abundantes son las ardillas (Sciurus variegatoides) y los mapaches (Procyon lotor), ambas con la capacidad de aprovechar hábitats alterados por el desarrollo urbano. Entre las especies introducidas destaca el gato doméstico que representa un problema por ser depredador de la fauna nativa y por transmitir enfermedades.

 

En este estudio se monitorearon 24 mapaches entre el año 2015 y 2017, lo cual permitió identificar 11 refugios ubicados en los edificios universitarios y 12 en sitios naturales como bambús y árboles. La presencia de estos animales genera trastornos en la vida universitaria y múltiples afectaciones en diferentes edificios de la UCR, cuyas reparaciones tienen un alto costo económico, según reportan los funcionarios de la la Sección de Mantenimiento y Paisajismo de la Oficina de Servicios Generales (OSG).

 

Con el fin de atender las reiteradas solicitudes de forma coordinada y establecer las medidas para el manejo de fauna silvestre dentro del campus, por medio de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) se ha concretado una alianza estratégica con el Sistema Nacional de Áreas de Protección (Sinac). Como un primer paso, se llevó a cabo un taller de capacitación para los funcionarios involucrados en la atención de este tema, el 5 de setiembre de 2019 con personal del Sinac y de la organización Humane Society International.

 

La Licda. Emilia Martén, coordinadora de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), quien lidera el proceso, detalló que “esta colaboración interinstitucional permitirá trabajar en un plan piloto que pueda brindar una respuesta integral a la problemática que se ha reportado por diferentes unidades”.

 

Una de las primeras acciones es conformar un equipo técnico, compuesto por instancias académicas y operativas de la Universidad. Entre ellas están la Sección de Mantenimiento y Paisajismo de la Oficina de Servicios Generales, la Escuela de Biología, la Vicerrectoría de Administración, la Oficina de Divulgación e Información y la Unidad de Gestión Ambiental.

 

El objetivo de este equipo es establecer las acciones de monitoreo, atención de interacciones, intervención en la infraestructura y mantenimiento preventivo. Además, generar las pautas de comunicación e información sobre la importancia de una convivencia saludable y responsable con los animales silvestres, las buenas prácticas ambientales y de interacción sana con los animales silvestres en el campus.

 

¿Qué hacemos entonces?

 

En primer lugar los expertos recomiendan reflexionar sobre las causas que generan los problemas con los animales silvestres. Una de las principales causas es proveerles alimentos. “Suministrar alimentos a la fauna silvestre nos trae consecuencias negativas donde al final los animales terminan pagando los platos rotos” insiste Pablo Vásquez.

 

Por ejemplo, alimentar a las palomas de castilla en parques y plazas genera problemas a los comercios y viviendas cercanas que deben de lidiar con ellas permanentemente a tal punto que hay quienes llegan a exterminarlas. Por eso, hay que tomar medidas para que ningún animal silvestre pueda tener acceso a esos recursos ya que alimentarlos además altera el comportamiento de la especie.

 

El profesor Marco Retana, de la Escuela de Biología, también recomienda no alimentar a los animales, eliminar los comederos para “mascotas” en lugares abiertos como patios, aceras y otros espacios donde también tienen acceso los mapaches. Y por supuesto, no darles comida para humanos, golosinas y comida chatarra. Además se debe evitar colocar frutas para los pájaros ya que los zorros pelones se verán atraídos por este alimento.

 

Otros factores que provocan las interacciones con los animales silvestres son el mal manejo de los desechos orgánicos, mala infraestructura, la falta de mantenimiento de las edificaciones y áreas verdes. Todas estos aspectos deben ser atendidos para evitar problemas y antes de considerar tomar medidas drásticas en contra de los animales.

 

Cada situación que se presenta tiene una manera humanitaria de cómo atenderla. Por eso, es importante la capacitación, la creación de protocolos y la colaboración interinstitucional, así como la educación de la ciudadanía para que tanto los animales silvestres urbanos como los seres humanos que habitan en las ciudades puedan convivir en armonía.