Salud España , Salamanca, Viernes, 16 de mayo de 2008 a las 16:21

El Clínico de Salamanca realiza un implante coclear a dos hermanas de 1 y 3 años con sordera profunda

El centro salmantino sigue perfeccionando una técnica en la que es pionero desde 1990

JPA/DICYT El Hospital Clínico Universitario de Salamanca ha realizado un implante coclear a dos hermanas de Burgos de 1 y 3 años de edad con sordera bilateral profunda. La intervención tuvo lugar el pasado 12 de mayo, según ha informado hoy el centro, y supone un paso más en el perfeccionamiento de una técnica en la que el Clínico es pionero, ya que fue el primer centro sanitario público español en ser autorizado para practicarla, en 1990. Desde entonces, ya ha realizado 320 cirugías de este tipo.

 

En este caso, las intervenciones se les practicaron a las dos hermanas el mismo día para facilitar a los padres el desplazamiento desde Burgos hasta el centro salmantino. Para la mayor de las hermanas suponía su tercera intervención y, tras esta operación, ya tiene dos implantes. La primera vez fue intervenida en mayo de 2006, pero una infección posterior obligó a retirar el implante y colocar otro nuevo cinco meses después. El resultado ha sido positivo y la niña va adquiriendo un lenguaje verbal normal para su edad auditiva.

 

La sordera total se produce por la alteración del gen codificador de la conexina 26, proteína del oído interno. Una de las consecuencias más graves de este trastorno en las edades tempranas es que conduce a la sordomudez, salvo que se produzca una intervención precoz para colocar un implante coclear.

 

Los implantes cocleares 
Un implante coclear es una prótesis que lleva un sistema electrónico complejo que hace posible que los niños que padecen sorderas profundas tengan suficiente información sonora como para acceder al lenguaje y a la comunicación oral. Este tipo de disfunción es incorregible con los audífonos normales. El implante coclear se compone de un micrófono y un procesador. El primero se encarga de recoger la señal acústica, mientras que el procesador realiza un análisis espectral de la misma y asigna a cada canal de ese sistema de implante una banda frecuencial. Posteriormente, y de acuerdo a todas las evaluaciones obtenidas tras llevar a cabo un procedimiento que se llama evaluación psicofísica, el procesador envía impulsos eléctricos a los diferentes electrodos que se insertan dentro de la cóclea, de manera que se ve estimulada casi de la misma forma que las personas sin deficiencia auditiva.