Medio Ambiente México , Baja California Sur, Viernes, 27 de junio de 2008 a las 11:32

Crean herramientas para estudiar el cambio climático en el Golfo de California

Los instrumentos que se usan habitualmente no sirven en la zona debido a su extensión

J.L.Olín/CONACYT/DICYT Para realizar estudios precisos sobre el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos del Golfo de California, especialistas del CIBNOR, CICESE, IPN y la UNAM trabajan de forma conjunta en el desarrollo de herramientas de modelación atmosférica, oceanográfica y ecológica exclusivas para la región.

 

El doctor Salvador Emilio Lluch Cota, responsable del proyecto, señala que los instrumento existentes para proyectar escenarios de cambio climático en diferentes partes del mundo no son útiles para el golfo, debido al tamaño de éste.


“Las celdas de información –de los instrumentos actuales- abarcan un espacio mucho mayor que el ancho del golfo, por lo que básicamente a nosotros nos ignoran (es decir, la información sobre el golfo no se registra), por eso necesitamos herramientas con una mayor resolución y detalle”.


Por la UNAM, el Centro de Ciencias de la Atmósfera está desarrollando modelos atmosféricos; el CICESE, de circulación oceanográfica; el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN está a cargo de los modelos ecológicos de flujo de energía -quién se come a quién- y el CIBNOR prepara modelos empíricos basados en información histórica para establecer como se comportan las distintas especies. De acuerdo con el investigador, estudiar el impacto del cambio climático en el Golfo de California es fundamental para el país, pues en esta zona se encuentran muchas de las pesquerías más importantes, mismas que necesitarán de información puntal para diseñar nuevos métodos para planificar la pesca. “Lo que hacemos ahora para manejar los recursos pesqueros no será adecuado en el futuro. Por ejemplo, la planeación de la temporada de pesca se hace actualmente con base en las evaluaciones de la biomasa (cantidad de peces) disponible en una región, pero si la población cambia su distribución debido al cambio climático, las evaluaciones actuales perderían sentido”.


“Otro caso: si la estructura completa del ecosistema cambiara, si tuviéramos un sistema totalmente diferente, con niveles de productividad mucho menores, tendríamos que pensar en explotar otro tipo de recursos, pues la pesca ya no sería rentable.”


Sardina: ejemplo de fragilidad


Una de las especies que más podría resentir las variaciones en el clima del Golfo de California es la sardina, de acuerdo con el investigador del Programa de Ecología Pesquera del CIBNOR, pues su abundancia ha sido afectada en el pasado reciente por eventos climáticos, como cambios en la intensidad de los vientos. “En los ochenta se llegaron a obtener hasta 300 mil toneladas de sardina por año, a principios de los noventa la pesca cayó a 3 mil toneladas, un cambio brutal en sólo unos años, pero se recuperó a mediados de esa misma década, desde entonces se encuentra arriba de las 200 mil toneladas; las evidencias que tenemos dicen que -estas fluctuaciones-obedecieron a cambios en el ambiente, más que a la extracción.”


“Nuestra hipótesis señala que durante esos años hubo condiciones particularmente extremas de viento, lo que generó una dinámica oceanográfica negativa en el golfo para la reproducción de esta especie, pues los huevos de sardina no permanecieron en la parte central del golfo, sino que llegaron a la costa peninsular, la zona menos propicia para su supervivencia debido a la falta de nutrientes.”


Desde el punto de vista ecológico, afirma el investigador, las herramientas de modelación que se están diseñando permitirán también dar seguimiento a las especies endémicas del Golfo de California para saber cómo se adaptan a los cambios en su medio.


El Golfo de California o Mar de Cortés tiene una longitud de 1, 203 km y su anchura varía entre los 92 y 222 kilómetros. En sus aguas existen casi 900 islas e islotes, cuya superficie aproximada es de 150 mil hectáreas. Esta zona fue decretada Área Natural Protegida el 7 de junio de 2000.


El origen de las islas y el Golfo data de hace aproximadamente 6 millones de años, cuando cambios geológicos provocaron el desprendimiento de una gran masa terrestre que separó a Baja California del Continente.


En el golfo viven unas 875 especies de peces y ocho mil de invertebrados, además de tortugas carey, prietas y golfinas, aves marinas y los delfines nariz de botella y listados, además de las marsopas, lobos marinos y múltiples tipos de ballena.


Para la ejecución del proyecto Cambio climático en sistemas marinos del golfo de California, liderado por el CIBNOR, se han invertido 3 millones de pesos, recursos provenientes del Fondo Sectorial Semarnat-Conacyt.