Salud España León, León, Martes, 29 de julio de 2008 a las 17:26

Inbiotec colabora con Merck en el estudio de un hongo que produce un compuesto anticancerígeno

El ácido clavárico impide que las proteínas Ras, implicadas en la mayoría de los tumores, se anclen en la membrana celular

IGC/DICYT El Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec) ha colaborado con el Servicio de Investigación Biológica de España (Sibe) de la multinacional farmacéutica Merck en el estudio del genoma de una seta, Hypholoma sublateritium, que produce una sustancia, ácido clavárico, con propiedades antitumorales. Los investigadores descubrieron que este compuesto inhibe la farnesil transferasa, una enzima que permite que las proteínas Ras, causantes de la proliferación celular descontrolada en gran multitud de tumores, se fijen en la membrana celular y sigan enviando señales.

 

Ramiro Godio, investigador de Inbiotec participante en el proyecto, explica a DiCYT, que el trabajo del centro leonés ha consistido en identificar los genes implicados en la ruta de biosíntesis del ácido clavárico, en colaboración con el Sibe de Merck. Los investigadores de la compañía aislaron este compuesto de Hypholoma sublateritium, "una seta considerada tóxica aquí pero que en Asia se consume por sus propiedades medicinales". Según Godio, "es un hongo muy común en la Península Ibérica".

 

El ácido clavárico es un compuesto triterpenoide, una clase de moléculas generadas por la unión de dos cadenas de 15 carbonos. Así, en un primer momento los investigadores trataron de comprobar si las dos enzimas más importantes en la biosíntesis de compuestos triterpenoides estaban también involucradas en la producción de ácido clavárico. Mediante la clonación de los genes que codifican estas enzimas, comprobaron que el gen de la escualeno epoxidasa, una de estas enzimas, estaba implicado en la biosíntesis de la pared celular (metabolismo primario), y también en el metabolismo secundario.

 

Evitar el anclaje

 

Por su parte, el otro gen, el que codifica la oxido escualeno ciclasa, "no estaba implicado en el metabolismo primario, sino en el secundario", asegura Godio. Los científicos comprobaron que al interrumpirlo "el organismo sigue creciendo pero deja de producir ácido clavárico", mientras que "si se sobreexpresa se produce más de este compuesto". El interés farmacológico de esta sustancia es que inhibe la farnesil transferasa, una enzima que facilita el anclaje de las proteínas Ras en la membrana celular.

 

"Muchos tumores se relacionan con las proteínas Ras, que regulan la proliferación celular", explica Godio. Una mutación en estas proteínas puede provocar que queden activadas (continúan mandando señales) y se produzca una proliferación descontrolada (tumor). "Las proteínas Ras están ancladas en la membrana de las células", y es la farnesil transferasa la que permite su anclaje allí, donde comunican el interior con el exterior de la célula. Así, "el ácido clavárico, al inhibir esta enzima, impide que las proteínas Ras se anclen en la membrana, con lo que no pueden mantener sus señales regulatorias de proliferación celular, siguen siendo activas pero no están en la ubicación en la que deberían estar", asegura Godio.

 

El investigador de Inbiotec opina que, en principio, esta sustancia actuaría en cualquier tumor en el que estén implicadas proteínas Ras, "la gran mayoría". El estudio, cuyo objetivo principal era identificar genes implicados en la producción de ácido clavárico para poder sobreexpresarlos y producir mayor cantidad con menor cultivo, se encuentra en una fase de redefinición por parte de la multinacional farmacéutica.