Tecnología México , Hidalgo, Martes, 07 de octubre de 2008 a las 13:44

La contaminación del sector energético de Tula alcanza al Valle de México

Esa zona emite 33 veces más dióxido de azufre que toda el área metropolitana

UNAM/DICYT Los contaminantes del sector energético de Tula, Hidalgo, influyen en la calidad del aire del Valle de México, pues esa zona emite 33 veces más dióxido de azufre (SO2) que toda el área metropolitana, según la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte–, dijo Jennifer Sandra García Escalante, estudiante de maestría en el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM. Estudios realizados con el modelo matemático MCCM (Multiescale Climate and Chemestry Model), dictan que una reducción parcial de las emisiones de ese sector, disminuye la concentración de compuestos de nitrógeno en la metrópoli, pero incrementa la de ozono, debido a reacciones químicas en la atmósfera.  En el Simposio Formas Alternativas de Energía, inaugurado por el director del Instituto de Geofísica (IGf), José Francisco Valdés Galicia, explicó que el sector energético se conforma por la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, de la CFE, que ocupa el segundo lugar en dispersión de SO2, de las 500 plantas que hay en México, Canadá y EU, sólo superada por la central de Tuxpan, Veracruz.

 

Asimismo, por la refinería Miguel Hidalgo, la más contaminante de las seis que tiene PEMEX, con el 30 por ciento de emisiones totales del mismo elemento. Además, el complejo petroquímico Tula, diseñado para producir 50 mil toneladas métricas de acrinolitrilo, y seis mil toneladas métricas de ácido cianhídrico por año. El costo por tonelada de contaminante, según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Económica para América Latina, es para dióxido de azufre, de 359 dólares, y para óxidos de nitrógeno (NOx), de 199 dólares.

 

El sector energético e industrial de Tula, abundó en el auditorio Tlayólotl, emite las mayores concentraciones de SO2, con 226.2 microgramos sobre metro cúbico, rebasando la norma por mucho. En cuanto al NOx, ocupa el segundo lugar, con 15.8 microgramos sobre metro cúbico. García Escalante aclaró que el desarrollo económico de un país depende de la capacidad de obtener, generar y distribuir energía necesaria para las actividades económicas; en México, acotó, el 68.8 por ciento de la electricidad se genera en centrales termoeléctricas, que queman combustibles fósiles. “Eso impacta a la salud de la población e incrementa el riesgo de padecer enfermedades; de igual forma, aumenta la mortalidad y morbilidad, que se traduce en elevados costos para la sociedad”, alertó.

 

Al presentar su tesis de licenciatura Impacto del sector energético de Tula, Hidalgo, en la calidad del aire de la zona metropolitana del Valle de México, señaló que esa área es una cuenca semicerrada, de nueve mil 560 metros cuadrados, con unos 20 millones de habitantes y una radiación solar intensa, que acelera la formación fotoquímica de contaminantes secundarios, como el ozono. Está integrada por parte del Estado de México, sur de Hidalgo, sureste de Tlaxcala y el DF; se forma de valles intermontañosos, mesetas y cañadas, que funcionan como una barrera natural que impide la autodepuración atmosférica y propicia la concentración de la polución.

 

Finalmente, indicó que el modelo de calidad del aire MCCM, es una herramienta de análisis que permite simular los procesos atmosféricos que intervienen en el transporte, dispersión, remoción y transformación química de contaminantes; por ello, debe ser un indicativo para la toma de decisiones en beneficio del medio ambiente.