Alimentación México Ensenada, Baja California, Martes, 03 de marzo de 2009 a las 18:42

Investigadores de Ensenada estudian formas de combatir las enfermedades del tronco de la vid

Los cient铆ficos prueban la eficiencia de microorganismos que combaten las infecciones de las plantas, en una regi贸n donde la actividad vin铆cola es un pilar de la econom铆a

CICESE/DICYT Un grupo de investigadores del Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE) busca formas de combatir un padecimiento denominado “enfermedades del tronco” que ataca a las plantas de la vid en la región vinícola de Baja California, cuya economía depende grandemente de la producción de la uva para la comercialización de vino. 

 

Las enfermedades del tronco, que los especialistas atribuyen, en parte, al calentamiento del planeta, son manifestaciones producidas por uno o varios hongos que tapan los conductos por los que la planta absorbe sus nutrientes y eventualmente la matan, explica Rufina Hernández Martínez, investigadora del departamento de Microbiología de la División de Biología Experimental y Aplicada del CICESE.

 

Si bien los cambios bruscos en el clima y la falta de agua afectan a las plantas de todo el mundo y las hace vulnerables a distintos padecimientos, los científicos están especialmente alerta de la “enfermedad del tronco”, ya que en los últimos cinco años ésta ha aumentado en todo el mundo, sin que Ensenada sea la excepción. 

 

Debido a la importancia de la actividad vitivinícola en Baja California, investigadores y estudiantes del Departamento de Microbiología de la División de Biología Experimental y Aplicada del CICESE y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), realizaron muestreos en viñedos de la localidad, ocho de ellos en el valle de Guadalupe y uno en Santo Tomás. El resultado arrojó que 30% de las plantas muestreadas padecen de “enfermedades del tronco”.

 

La zona del valle de Guadalupe carece de agua porque abastece del líquido a la ciudad de Ensenada, situación que se agrava por las pocas lluvias que se registran. Esto genera plantas estresadas que no están creciendo de manera óptima, haciéndolas vulnerables a ser atacadas por los hongos Botryosphaeria sp., Phaeoacremonium sp. y Phaeomoniella sp.

 

No obstante, al hacer los muestreos y observar los hongos en el laboratorio, los investigadores también detectaron un hongo que crecía más rápido desplazando a los otros. Después de meses de observación in vitro, se determinó que era un Trichoderma sp., un hongo benigno que contrarresta a las especies dañinas. Hernández explicó que a nivel microscópico se puede ver cómo este hongo se enreda en la hifa (estructura del cuerpo del hongo), absorbe sus nutrientes y eventualmente mata a los causantes de enfermedades.

 

Según la investigadora, Trichoderma sp. puede permanecer en la planta por largo tiempo evitando que adquiera nuevas infecciones. De allí que el trabajo se centre ahora en cultivar y evaluar hongos de este género para obtener sus esporas y aplicarlas en las heridas frescas que deja la poda de las plantas.

 

Actualmente este procedimiento se lleva a cabo en un viñedo de la localidad para evaluar los resultados en el campo. Estudios en otros países indican que Trichoderma sp. no sólo erradica los hongos dañinos, sino que produce ciertas hormonas que le brindan vigor a la planta aumentando su producción.

 

Rufina Hernández aclaró que los hongos fitopatógenos no tienen efecto dañino en el organismo humano, por lo que se pueden consumir uvas y vino de plantas enfermas sin ningún problema. La enfermedad del tronco sólo modifica la apariencia y el sabor de la uva, aumentando la cantidad de azúcar en las plantas secas y dándoles el aspecto arrugado de una uva pasa.