Ciencia España , Salamanca, Viernes, 17 de abril de 2009 a las 18:58

Una investigación con participación salmantina revela los secretos del pigmento azul maya

Mercedes Suárez, científica de la Universidad de Salamanca, es experta en palygorskita, un tipo de arcilla utilizada por los habitantes de Yucatán (México)

José Pichel Andrés/DICYT Un grupo de científicos españoles ha estudiado en la Península de Yucatán (México) un extraño pigmento utilizado por la civilización maya. El color es tan característico de este pueblo precolombino que se denomina azul maya y su principal propiedad es la gran resistencia que ofrece, puesto que permanece inalterado a lo largo de los siglos, un hecho que ha sido objeto de numerosos estudios científicos. La mezcla entre un tipo de arcilla poco común denominada palygorskita y el índigo, un colorante, es la clave. Ahora, la revista Archeometry ha publicado un artículo de investigadores españoles entre los que se encuentra Mercedes Suárez, de la Universidad de Salamanca, que compara muestras de yacimientos de palygorskita con los restos arqueológicos mayas para definir exactamente la procedencia de la arcilla en cada uno de ellos.

 

"El azul maya es un conocido pigmento utilizado frecuentemente en Mesoamérica entre los siglos VIII y XVI y redescubierto en el yacimiento arqueológico de Chichén-Itzá en 1931", ha declarado a DiCYT Mercedes Suárez, que es directora del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca. Este pigmento "está formado principalmente por paligorskita e índigo, que los mayas obtenían a partir de las plantas de añil (Indigofera suffuticosa), si bien en algunos casos se han identificado también pequeñas proporciones de sepiolita y esmectitas", comenta la investigadora, experta en arcillas y, en particular, en paligroskita. Como curiosidad, el índigo sintético se utiliza para dar color a los pantalones vaqueros, pero mezclado con la arcilla da origen al azul maya, más parecido a un azul turquesa.

 

"El azul maya se caracteriza por tener una gran resistencia a las agresiones químicas (ácidos, álcalis, disolventes...) y a la biodegradación, lo que ha permitido que algunas obras de arte perduren durante siglos, incluso en la selva", afirma la experta. A pesar de que este pigmento ha sido objeto de numerosos estudios encaminados a conocer la razón de su elevada estabilidad, en la actualidad aún no está clara cuál es la naturaleza del enlace entre la arcilla y la molécula orgánica.

 

Las investigaciones de Mercedes Suárez en colaboración con Manuel Sánchez del Río, físico que trabaja en el European Synchrotron Radiation Facility de Grenoble (Francia) y Emilio García Romero, de la Universidad Complutense de Madrid, han permitido determinar la composición de la paligorskita del Yucatán a través de análisis cristaloquímicos, comprobando que es ligeramente diferente de otras muestras de este tipo de arcilla en otras partes del mundo.

 

La comparación con las muestras arqueológicas

 

La composición química del pigmento fue descrita por el investigador mexicano Constantino Reyes-Valerio. Sin embargo, las investigaciones que se han realizado a lo largo de las últimas décadas han dado lugar a numerosas publicaciones científicas. El grupo español lleva varios años trabajando y ya en 2004 publicó en Archeometry un experimento que consistió en realizar su propia mezcla de índigo y palygorskita para comprobar la extraordinaria resistencia que tenía el compuesto a los ácidos. Ahora, la nueva publicación se centra en el estudio de muestras de palygorskita recogidas en Yucatán. Los análisis mineralógicos y geoquímicos de estos yacimientos comparados con las muestras arqueológicas de los monumentos mayas revelan la procedencia de la arcilla, así como sus diferencias con otros yacimientos de palygorskita del mundo. 

 

Entre dichos yacimientos, hay uno en Segovia que ha sido objeto de estudio de Mercedes Suárez. "La palygorskita tiene muchas aplicaciones industriales basadas en su particular estructura, ya que está formada por una especie de canales con mucha porosidad, es decir, que además de mineral contiene mucho aire, lo que le hace ser un material tanto absorvente como adsorvente", explica. En general, todas las arcillas están formadas por diminutas partículas que tienen múltiples aplicaciones, desde la industria del petróleo a la farmacéutica.

 

Características medibles

 

La textura, el tamaño de las fibras o la composición son algunas de las características que miden los expertos gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación. "Las arcillas presentan un tamaño menor a 2 micras por definición y pueden llegar a ser nanométricas, así que esto presenta problemas de identificación", asegura Suárez. Como métodos para realizar los análisis, está la difracción de rayos X, que consiste en medir la desviación del rayo luminoso al rozar el borde de un cuerpo opaco, los análisis químicos, los análisis térmicos y sobre todo la microscopía electrónica, que logra los aumentos necesarios como para ver con precisión algunas características de una muestra. Trabajar con el Sincrotron, tanto de Grenoble (Francia) como de Trieste (Italia) ha hecho que las posibilidades se multipliquen, sobre todo porque en estas grandes infraestructuras mundiales los científicos pueden hacer microdifracción.