Salud España , Salamanca, Martes, 05 de mayo de 2009 a las 17:15

Nuevas posibilidades para restaurar la sinapsis en los casos de deterioro cognitivo

El investigador Alberto Ferr煤s del Instituto Cajal muestra en Salamanca los mecanismos de se帽alizaci贸n encontrados en la mosca de la fruta

AMR/DICYT El investigador del Instituto Cajal Alberto Ferrús mostró hoy en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León de Salamanca el estudio de los mecanismos que controlan el número de sinapsis que una neurona puede establecer, ya que ese número determina las capacidades cognitivas de los individuos. Fruto de esta investigación, su equipo ha logrado datos que indican que es posible intervenir sobre células ya ancianas que han perdido capacidad de sinapsis y, a partir de ellos, restaurar el número de sinapsis.

 

Ferrús indicó a DiCYT que "cuando perdemos esas capacidades cognitivas en la ancianidad o tenemos unos defectos en el procesamiento de señales del ambiente (como el caso de la esquizofrenia), el origen está en la sinapsis, no tanto en las células", por ello, "cualquier estudio que nos permita saber cómo las células generan sinapsis podrá ser en su día origen de diseño de tratamientos clínicos que puedan restaurar la sinapsis perdida". Esta corriente de pensamiento empieza a tomar cuerpo en muchos sitios del mundo como estrategia para enfermedades de declive neuronal. Entre ellos, en el Instituto Cajal.

 

En el Departamento de Neurobiología Molecular, Celular y del Desarrollo de este centro del CSIC, y más concretamente en el grupo dedicado al análisis genético de la regulación sináptica y muscular, ya se han identificado algunas moléculas que afectan tanto al número de sinapsis como a la probalibilidad de liberación por sinapsis, también conocida por neurosecreción. A través de ellas, los investigadores pretenden comprender los mecanismos reguladores de ambas circunstancias, para avanzar en futuros tratamientos ante los deterioros cognitivos.

 

Investigación en mosca de la fruta

 

La investigación se está llevando a cabo en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), el sistema experimental en el que Ferrús lleva trabajando años. La aplicación en especies más complejas, ratones y ratas, ya ha comenzado en un laboratorio adscrito al CSIC de Barcelona y y se mantienen los mismos elementos de esta vía de señalización. “Hay esperanza que se pueda pasar en humanos”, declara el experto.

 

"En el deterioro cognitivo, el proceso es gradual: los primeros síntomas son disminución de la capacidad de secreción y luego la pérdida de contacto sináptico. Eventualmente, al final, se produce la pérdida de células. Son las fases primeras las más susceptibles para tratar y abordar desde un punto de vista clínico", explica el investigador. La llegada a la fase clínica, sin embargo, aún está lejos. Su grupo está especializado en el trabajo con la mosca de la fruta, para recabar información que luego sea susceptible de pasar a vertebrados. “Es muy aventurado saber cuándo se pueden llegar a fases clínicas, en la Ciencia hay muchos condicionantes”, asegura.