Alimentación Argentina , Argentina, Lunes, 08 de junio de 2009 a las 14:20

La demanda de insectos polinizadores supera la producci贸n de las colmenas de abejas dom茅sticas

Dos investigadores de Argentina y Canad谩 sostienen que la llamada "crisis de la polinizaci贸n" responde a causas econ贸micas y pol铆ticas, y no biol贸gicas

Eva Aguilar/DICYT La producción de colmenas en el mundo ha aumentado en los últimos 50 años, contrario a los casos aislados de países como Estados Unidos y el Reino Unido donde la dramática disminución de las poblaciones de abejas domésticas ha disparado la alarma en torno a una "crisis de la polinización" que podría amenazar la producción agrícola. El problema, según los autores de esta investigación publicada en la revista Current Biology, es que si bien en general las colmenas parecen gozar de buena salud, el aumento de cultivos exóticos que requieren de insectos polinizadores supera con creces la producción de abejas domésticas.

 

Utilizando información de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Marcelo Aizen, de la Universidad Nacional del Comahue (Río Negro, Argentina) y Lawrence Harder, de la Universidad de Calgary (Canadá), descubrieron que, en términos globales, el número de abejas productoras de miel ha aumentado alrededor de un 45% desde 1961 hasta ahora.

 

"Se le ha dado mucha publicidad al hecho de que en Estados Unidos y en algunos países de Europa, como Gran Bretaña y Alemania, las reservas de las abejas domésticas han ido en declive en las últimas décadas, lo que ha despertado el temor de que se trate de un fenómeno global", explicó Aizen a DiCYT. "Lo que muestra este estudio es que si bien lo que pasa en estos países es una realidad, los casos dentro de un mismo continente pueden ser muy heterogéneos", afirma.

 

De acuerdo con el investigador argentino, mientras el Reino Unido está preocupado por la supervivencia de sus abejas, en Francia la situación es estable y España es posiblemente uno de los productores más importantes de miel del área. Y en cuanto a la situación en América Latina, Aizen señala que aunque en México hay una pequeña declinación en las poblaciones de abejas, ésta no es tan acusada como en Estados Unidos.

 

"En Argentina las reservas de abejas domésticas han aumentado de manera notable. De hecho hoy en día puede ser el tercero o cuarto país productor mundial de miel, cuando hace 50 años este mercado no existía", agrega el investigador.

 

Sin embargo, las buenas noticias llegan hasta ahí. En su análisis de datos, los investigadores también descubrieron que en el mismo periodo de tiempo, es decir, en las últimas cinco décadas, se ha producido un aumento considerable de cosechas que requieren de insectos polinizadores, y que pertenecen a una sección de la agricultura distinta a la dieta básica de la población mundial.

 

"La mayor parte de la producción agrícola no depende de insectos polinizadores y otra sólo depende de ellos parcialmente. De hecho, calculamos que, sin polinizadores, el total de la producción agrícola disminuiría un 6%", señala Aizen. "Lo que ocurre es que esa fracción de cultivos que depende de los polinizadores se ha incrementado en un 300% desde la década de 1960".

 

Dichos cultivos, a los que el investigador se refiere como "cultivos de lujo", incluyen frambuesas, cerezas, grosellas, papayas, mangos y guabas, entre otros. Y si bien hay un aumento en el número de colmenas domésticas, esta producción no ha seguido el ritmo de crecimiento de la demanda por servicios de polinización.

 

Razones económicas, consecuencias biológicas

 

De acuerdo con los investigadores, la demanda desproporcionada de insectos polinizadores para cultivos exóticos, hace pensar que las razones de la llamada crisis de la polinización son más bien de carácter económico y político, y no biológico, si bien la excesiva presión sobre la capacidad polinizadora de los insectos, domésticos y silvestres, acarrearía graves consecuencias ecológicas y ambientales.

 

Actualmente, el síndrome de despoblamiento de las colmenas y una especie de parásito que ataca a las abejas se señalan como las principales causas de la disminución de las poblaciones en las colmenas.

 

"Creo que las razones biológicas se han sobredimensionado y no se ha hecho énfasis en las razones económicas", señala Marcelo Aizen. "Las abejas domésticas son muy importantes en la polinización de cultivos, pero ha habido un cambio de paradigma: no es que estén disminuyendo los polinizadores, es que la demanda está aumentando muchísimo", indica el científico.

 

Ahora bien, las consecuencias van a ser biológicas. Según el investigador, desde la década de 1950 la superficie cultivada a nivel global ha aumentado alrededor de un 25%, pero no para cultivar trigo o arroz; y la intensidad con la que se producen los "cultivos de lujo" tiene el potencial de destruir el hábitat de las abejas silvestres.

 

"Todavía no tenemos evidencia de que algo así esté ocurriendo, pero debemos estar alerta. Tenemos un problema entre oferta y demanda que debería generar medidas de gestión de áreas cultivadas y promover la diversidad de los tipos de cultivo", concluyó el investigador.