Ciencia Ecuador , Galápagos, Jueves, 10 de septiembre de 2009 a las 16:19

La iguana rosada recibe su nombre científico

La nueva especie de reptil, que Charles Darwin no vio hace 150 años en las Galápagos, lleva el nombre de la hija de su descriptor

Eva Aguilar/DICYT La iguana rosada de las islas Galápagos, un reptil endémico del Volcán Wolf en la Isla Isabela, ha recibido finalmente su nombre científico, después de que en enero de este año fuera presentada como una nueva especie. La descripción formal y el diagnóstico de las características de la Conolophus marthae, nombrada en honor a la hija fallecida del investigador principal del estudio, fue publicado el pasado 18 de agosto en la edición digital de la revista especializada Zootaxa.

 

De acuerdo con los autores del artículo, la morfología, comportamiento y rasgos genéticos de la Conolophus marthae han probado ser completamente distintos a los de otras dos especies de iguana, Conolophus pallidus y Conolophus subcristatus, y constituye, por el momento, la única evidencia de una profunda divergencia dentro del linaje de las iguanas terrestres de las Galápagos.

 

"Investigamos la secuencia de ADN mitocondrial para establecer la relación genealógica entre las especies terrestres de Galápagos", señaló a DiCYT Gabriele Gentile, de la Universidad Tor Vergata de Roma, y autor principal de la investigación. "Este análisis mostró una sólida evidencia en cuanto a la divergencia entre la iguana rosada y las otras dos. También utilizamos ADN del núcleo celular para mostrar que las formas rosada y amarilla [otro tipo de iguana terrestre de Galápagos] están genéticamente aisladas y que hay muy poca hibridación entre ellas".

 

Con estas pruebas concluye una historia que empezó con despistes y falta de interés, pero que finalmente recibió la atención que merecía.

 

Hace 23 años...

 

En 1986, durante una expedición al Volcán Wolf, tres guardaparques del Parque Nacional Galápagos vieron una iguana que parecía distinta al resto de las iguanas terrestres identificadas hasta el momento en el archipiélago. Sin embargo, en aquella ocasión los hombres tenían prisa por llegar al norte de la isla y no se detuvieron. Uno de ellos, Cruz Márquez, no olvidó al reptil y años después tuvo incluso la oportunidad de capturar algunos especímenes para medirlos, durante un sondeo de anfibios y reptiles llevado a cabo en el parque. Márquez contó a DiCYT que, cada vez más convencido de que aquella iguana que parecía habitar únicamente en el Volcán Wolf era una especie que la Ciencia aún no había descrito, intentó convencer a algunos investigadores extranjeros que pasaron por el parque para que le prestaran atención. Pero entonces no lo logró.

 

En el 2000, Márquez le enseñó fotos del reptil al investigador italiano Gabriele Gentile, quien estaba por iniciar un proyecto sobre la diversidad genética de las iguanas de Galápagos.

 

"Soy zoólogo y tengo un amplio interés en la biología evolutiva. La iguana rosada se me clavó en la mente apenas supe de su existencia", cuenta Gentile. "Muy poca gente sabía de la existencia de este tipo de iguana. Tanto ellos como yo lo interpretamos como un forma de fenotipo extraño. La existencia de fenotipos aberrantes en poblaciones pequeñas no es rara en las islas oceánicas remotas".

 

En el 2005 se tomaron las primeras muestras de sangre del reptil, un proceso que terminó un año después. Y en enero de 2009 Gentile, con Márquez como uno de los coautores, publicó la descripción de la nueva "iguana rosada" en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Pero las pruebas genéticas con ADN mitocondrial realizadas por el investigador italiano y su equipo no sólo confirmaron que efectivamente el reptil era una especie desconocida hasta el momento. Los investigadores piensan además que la iguana rosada ya era una nueva especie cuando todavía algunas de las islas del archipiélago no habían surgido del mar hace millones de años.

 

En honor a Martha

 

Según se desprende de la publicación en Zootaxa, la iguana de color rosado que Charles Darwin no vio en su visita a las Galápagos hace más de 150 años –a pesar de que el naturalista británico hizo la distinción  entre las iguanas terrestres y las marinas–, ha sido nombrada Conolophus marthae en recuerdo de Martha Rebecca Gentile, segunda hija de Gabriele Gentile, quien nació muerta como consecuencia de una negligencia médica.

 

El investigador italiano dijo a DiCYT que, como parte del proyecto de investigación que lleva a cabo en el Parque Nacional Galápagos, continuará con el estudio de la evolución de las iguanas terrestres, incluida la iguana rosada, para determinar con precisión la fecha de su diversificación en el archipiélago y la posibilidad de que en el pasado reciente la C. marthae haya habitado otros lugares de las islas.