Salud Colombia Medellín, Antioquia, Viernes, 09 de octubre de 2009 a las 10:53

Un antídoto fabricado en Latinoamérica, pilar de la terapia contra el veneno de la serpiente terciopelo

Una investigación recomienda intervenciones complementarias en el tratamiento de las mordeduras de la 'Bothrops asper'

AMR/OEI-AECID/DICYT Una investigación científica de la Universidad de Antioquia (Colombia) ha corroborado que un antiveneno fabricado en Brasil, Colombia, Costa Rica y México, de administración intravenosa, se constitute en el pilar de la terapia contra el veneno de la serpiente terciopelo. El antídoto ha sido probado en ensayos clínicos controlados y ya se han desarrollado los protocolos para una administración racional del antiveneno. La serpiente terciopelo o Bathrops asper inflige la mayoría de las mordeduras de serpientes en Centroamérica y en las regiones del norte de Sudamérica, y afecta principalmente a jóvenes trabajadores agrícolas en las zonas rurales.

 

El trabajo de investigación, realizado por el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia Rafael Otero Patiño, recomienda una serie de intervenciones complementarias en el tratamiento de las mordeduras. La investigación, que se publicará en el mes de diciembre de Toxicon, describe las principales características clínicas de las mordeduras de la serpiente: edema local, ampollas, necrosis en la piel, mionecrosis (una especie de gangrena), tensión baja y alteraciones en el riñón. Además, el científico ha descrito otras complicaciones asociadas como hemorragia en el sistema nervioso central, insuficiencia renal aguda y en embazaradas el aborto.

 

La incidencia de mordeduras de serpiente, independientemente de las especies involucradas, varía de país a país y entre regiones de un mismo país, dependiendo de factores tan diversos como el clima, los parámetros ecológicos, la biodiversidad, la distribución de las serpientes venenosas, la densidad de población humana, las actividades económicas y los tipos de viviendas, entre otros. En Latinoamérica, la incidencia general de mordedura de serpiente varía entre 5 a 62 casos por cada 100.000 habitantes por año, dependiendo del país. En toda la región se dan entre 130.000 a 150.000 casos al año, con un número estimado de muertes de 2300. Un gran número de mordeduras, especialmente en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Venezuela son causadas por la terciopelo. En estos países es responsable de entre el 50% y el 80% de todas las picaduras de serpiente.

 

Aunque un número de picaduras (entre el 10-20% del número total de casos) se producen dentro o alrededor de las casas, la mayoría de estos accidentes son un riesgo ocupacional que ocurre en los campos agrícolas en las comunidades rurales (85-90% de los casos), que afectan principalmente a los trabajadores agrícolas. Estos accidentes afectan principalmente a adultos jóvenes (entre los 15 y 45 años de edad el 54% de los casos), predominantemente hombres (76%). La picadura ocurre mayoritariamente en las extremidades inferiores (siete de cada diez casos).

 

Fabricación por países

 

Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, cada país o región debe realizar estudios preclínicos para evaluar la capacidad de neutralización de los antivenenos disponibles, ya sea de fabricación nacional o importados, contra los efectos toxicológicos más relevantes de los venenos de serpientes de mayor importancia epidemiológica en los países y regiones. En este sentido, varios países de Iberoamérica han desarrollado sus propias antitoxinas. En Colombia, el Instituto Nacional de Salud fabrica dos antivenenos polivalente. Además, los antivenenos de Brasil (del Instituto Butantan), Costa Rica (del Instituto Clodomiro Picado) y Venezuela (del Centro de Biotecnología de la Universidad Central de Venezuela), con diferencias en la potencia en cada caso, poseen también capacidad de lucha contra el veneno de la serpiente terciopelo. Resulta curioso que, más de 110 años después de que el francés Albert Calmette (1863-1933) desarrollara la seroterapia para el tratamiento de envenenamiento por mordedura de serpiente, este recurso sigua siendo el pilar en el tratamiento.