Ciencia Panamá , Panamá, Martes, 27 de octubre de 2009 a las 15:05

El fenómeno de El Niño determina factores migratorios de las mariposas tropicales

La respuesta de los insectos a fenómenos climatológicos permite predecir sus movimientos y el impacto que estos tendrán en ecosistemas y cosechas

Eva Aguilar/DICYT Las condiciones climáticas que genera el fenómeno de El Niño y la prolongación de la temporada seca en Panamá retrasan la fecha de migración de la especie de mariposas Aphrissa statira del Atlántico hacia el Pacífico, al tiempo que aumenta el número de insectos que continua su viaje a través del istmo, según se desprende de una investigación publicada en la revista Global Change Biology. De acuerdo con los autores del estudio, en el que han participado investigadores de Panamá, Estados Unidos, Colombia y Brasil, las causas hay que buscarlas en el incremento de la producción de las plantas de las que se alimentan las larvas de A. statira, cuando la lluvia y la humedad escasean. 

 

En las últimas décadas, el movimiento migratorio de las mariposas ha servido a los científicos como evidencia del cambio climático global. Pero si bien la influencia del clima en las migraciones de mariposas ha sido bien documentada en Estados Unidos y Europa, no ocurre lo mismo en las regiones tropicales. Para responder a la pregunta de cómo influyen los cambios climáticos en el tiempo de migración y el volumen de mariposas en los trópicos, Robert Srygley lideró un estudio de 16 años en la estación científica de la isla de Barro Colorado (Canal de Panamá), mientras trabajó en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá. Uno de los objetivos de Srygley, quien actualmente es investigador en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, era determinar cómo responde el ciclo de migración de las A. statira en los años de El Niño.

 

La Oscilación del Sur El Niño es un fenómeno climatológico cíclico que se caracteriza por el cambio de las temperaturas en la superficie de los océanos. Su impacto es global aunque distinto en cada región del mundo. Srygley explicó a DiCYT que las condiciones de nubosidad que El Niño produce en el lado Atlántico de América del Sur reducen la producción de hojas en las plantas, por lo que las mariposas se apresuran a poner larvas que en tres o cuatro semanas se convierten en adultos que migran a la costa del Pacífico. En Panamá, El Niño produce sequías durante la época seca (entre diciembre y abril, según el año) y retrasa la llegada de la temporada de lluvias. Los investigadores han descubierto que días más secos y soleados favorecen la producción de hojas de una especie de plantas (Callichlamys latifolia) de las que se alimentan las mariposas. Con alimento disponible durante más tiempo, la migración se retrasa.

 

"Las plantas de las que se alimenta Aphrissa statira responden favorablemente a la escasez de lluvia, generando mayor cantidad de hojas nuevas sobre las que las hembras de las mariposas depositan sus huevos. De esos huevos salen adultos y se producen migraciones con mayor número de individuos", dice el investigador. "Al intentar explicarnos por qué las plantas responden positivamente a la sequía, encontramos datos que muestran que plantas de poco tamaño sacan ventaja del sol que penetra con mayor facilidad cuando el dosel del bosque, como consecuencia de El Niño, ha perdido todas sus hojas. Esto podría aplicarse a las plantas incluidas en este estudio".

 
Alteraciones climáticas y el balance de los ecosistemas

 

Como consecuencia de los factores de humedad presentes o ausentes durante los ciclos climatológicos, los autores del estudio comprobaron que mientras El Niño provocaba un aumento en el número de individuos de Aphrissa statira que participaban en la migración, lo contrario ocurría durante los años del fenómeno de La Niña. Igualmente, los investigadores observaron una disminución en el número de mariposas en 1993, cuando El Niño fue inusualmente húmedo en Panamá.

 

La respuesta que los insectos muestran ante fenómenos climatológicos como El Niño, La Niña y el calentamiento global es, de acuerdo a los investigadores, un factor que permite predecir con mayor exactitud su movimiento migratorio y el impacto que este tendrá en el balance de los ecosistemas y en la producción o destrucción de las cosechas.

 

Según Srygley, las mariposas, como muchos otros insectos, son polinizadores que establecen relaciones de mutualismo con especies de árboles y plantas con flores, y sirven de alimento a pájaros y otros animales, por lo que toda la cadena ecológica depende del comportamiento de sus miembros.

 

"Las poblaciones de muchos otros insectos responden a los ciclos de los fenómenos de El Niño y La Niña, y es probable que las migraciones de insectos se extiendan", dice Srygley. "La migración une a las comunidades tropicales y, se piensa, estabiliza el ecosistema. Si el cambio climático alterara el ciclo de estos fenómenos climatológicos, entonces esperaríamos ver una perturbación en los ecosistemas tropicales".