Salud Costa Rica , Costa Rica, Miércoles, 23 de diciembre de 2009 a las 16:33

Una revista internacional publica trabajos de la Universidad de Costa Rica sobre la serpiente de terciopelo

Nueve de los diez artículos publicados cuentan con la colaboración de uno o más investigadores del Instituto Clodomiro Picado

CGP-UCR/OEI-AECID/DICYT La revista Toxicon, especializada en toxinas de organismos venenosos y órgano oficial de la Sociedad Internacional de Toxinología, ha dedicado por primera vez un número especial a la serpiente de terciopelo, un tema en el que trabaja la Universidad Nacional de Costa Rica (UCR) desde el Instituto Clodomiro Picado (ICP). Así, nueve de los diez artículos de la publicación cuentan con la participación de uno o varios investigadores del Instituto, así como de científicos de Colombia, Brasil, Estados Unidos, Chile y España.

 

El primero de los artículos es un ensayo del editor invitado a este número de la revista, el investigador José María Gutiérrez Gutiérrez. Bajo el título Bothrops asper: Belleza y peligro en el Neotrópico, el experto rescata la gran labor de los investigadores del ICP en el estudio de venenos de serpientes comenzando por el pionero, Clodomiro Picado Twight, fundador del Instituto; Róger Bolaños Herrera, quien produjo los primeros sueros antiofídicos en Costa Rica, y Jesús María Jiménez Porras, que caracterizó el veneno de la terciopelo.


El resto de los nueve artículos abarcan un amplio espectro y cubren todos los aspectos estudiados en el país sobre esta serpiente, según fuentes de la UCR. De este modo, contemplan su biología, su historia natural, su comportamiento, su reproducción y alimentación; asimismo las características del veneno y las toxinas que se han purificado. Se refieren también a la acción tóxica del veneno y la patología que produce, así como a la parte clínica y de tratamiento que incluye las sustancias neutralizantes para este veneno. Asimismo, se publican datos que no habían sido dados a conocer antes.

 

Gutiérrez ha destacado la importancia de esta publicación por cuanto toda esta información estaba muy dispersa en la literatura nacional e internacional, lo que dificultaba su acceso a investigadores, estudiantes y profesionales de la parte médica de prevención y tratamiento clínico. Recalcó que, con esta amalgama de conocimientos, "se pone a dialogar en una sola publicación a especialistas de muy diversas disciplinas. Algo difícil de lograr en la ciencia es unir gente que trabaja en disciplinas diferentes para compartir intereses y discutir temas comunes”.


En la misma línea, señala que se pretende incluir en la edición “gente que va desde estudiosos de la historia natural hasta aquellos que trabajan en la parte clínica, la parte bioquímica y de biología molecular. Así sintetizar un gran cuerpo de información sobre la terciopelo en una sola publicación".


Esta serpiente es originaria solo del Latinoamérica y habita desde Yucatán en el sur de México, abarcando toda América Central y el norte de Suramérica en Colombia Venezuela y Ecuador. En Costa Rica causa el 60 por ciento de todos los envenenamientos por mordedura de serpiente y en Colombia, Ecuador y Venezuela una cifra similar, lo que la convierte en la serpiente venenosa más importante de la región.

 

Características de la serpiente de terciopelo
El Instituto Clodomiro Picado señala que terciopelo o barba amarilla es una serpiente grande, que puede alcanzar los 250 cm aunque el promedio de adultos varía entre los 140 y 180 cm de longitud. Las hembras son mucho más largas que machos. El cuerpo es medianamente robusto, la cabeza grande, bien diferenciada y claramente triangular vista dorsalmente. Las escamas dorsales están fuertemente quilladas. El color de fondo es gris oscuro, café o verde oliva, con un patrón dorsal distintivo que consiste en una serie de diseños triangulares a ambos lados del cuerpo, vistos dorsalmente los diseños recuerdan una letra X, razón por la que en gran parte de su distribución la especie es conocida también como serpiente equis. La terciopelo se distingue también por la presencia de bandas pos-oculares a cada lado de su cabeza. La especie es vivipara y muy fecunda, pudiendo dar a luz hasta 90 crías. Su alta fecundidad explica en parte por qué la terciopelo es una de las serpientes más abundantes del país.