Alimentación México , Baja California, Martes, 06 de abril de 2010 a las 17:53

Empiezan los monitoreos para detectar florecimientos algales nocivos (FAN)

Se ha detectado la presencia de un florecimiento de dinoflagelados en la Bah铆a de Todos Santos

CICESE/DICYT Como parte de los monitoreos semanales que empezaron a realizarse este año en el programa FICOTOX que encabeza el Centro DE investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (Cicese), el cual contempla no sólo implementar observaciones sistematizadas de aspectos relacionados con florecimientos algales nocivos (FAN) en esta región del país, sino la prestación de servicios al sector productivo así como investigación en temas relacionados, se detectó la presencia de un florecimiento de dinoflagelados en la Bahía de Todos Santos que, a dos semanas de presentar su nivel máximo, ya decreció.

 

Ernesto García Mendoza y José Luis Peña Manjarrez, investigadores del Departamento de Oceanografía Biológica del CICESE y del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar de la DGECyTM de la SEP, respectivamente, señalaron lo anterior y anunciaron que, como parte del mismo proyecto, este año deberá estar operando aquí el primer laboratorio certificado para estudiar ficotoxinas en la región, el cual apoyará a numerosos productores que requieren certificar su producción para incursionar en mercados nacionales y extranjeros.

 

Respecto al programa FICOTOX, que el año pasado obtuvo un importante apoyo del fondo institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación 2009 (FORDECYT), al aprobarse el proyecto “Creación del laboratorio de servicios, monitoreo e investigación sobre ficotoxinas asociadas a florecimientos algales nocivos (FAN): FICOTOX”, García Mendoza informó que estará cubriendo los tres grandes componentes del estudio de los fenómenos de los florecimientos algales en la región: monitoreo, prestación de servicios e investigación.

 

A partir de noviembre iniciaron los monitoreos sistemáticos en la región conocida como Rincón de Ballenas, en la Bahía de Todos Santos, en colaboración con la empresa Acuacultura Oceánica, que está establecida en esa zona. La idea, dijeron los entrevistados, es incluir además la localidad de Salsipuedes, donde se asientan varios ranchos atuneros al norte de Ensenada, y Puerto Nuevo, al sur Punta Banda, en el litoral del Pacífico. Estos sitios, indicó Peña Manjarrez, los tenemos identificados como estratégicos para entender la presencia y evolución de estos eventos y, en caso dado, si se presenta un FAN, dar alertas tempranas.

 

Como se trata además de establecer un programa de observación binacional, se han estado recibiendo los resultados semanales de los análisis de la comunidad fitoplanctónica y concentración de ficotoxinas de varios puntos de muestreo del sur y centro del estado de California, entre ellos Monterey Wharf, Newport Pier, Stearn’s Wharf (Gaviota Pier y Goleta Pier), Santa Cruz Municipal Wharf, Santa Monica Pier, Cal Poly Pier, y Scripps Pier. De esta manera, se ha establecido con ellos una red regional con el objetivo de constituir un sistema de alerta temprana al detectarse un florecimiento potencialmente toxico o niveles de toxinas altos en cualquiera de los puntos de muestreo.

 

Construcción del laboratorio


Respecto a la construcción del laboratorio, señalaron que se trata de una construcción de 170 metros cuadrados emplazada en el CICESE. En abril se lanza la convocatoria para su construcción y esperan que esté funcionando en octubre o noviembre. En este momento, el único laboratorio que atiende las necesidades del sector es el laboratorio central de salubridad ubicado en la ciudad de México.

 

Por ello, cuando comience a funcionar el nuevo laboratorio del CICESE, será el único certificado en la región para estudiar ficotoxinas, en particular estará validando los análisis de ácido okadaico (toxina tipo DSP) y domoico (toxina tipo ASP), así como intoxicación paralizante por moluscos (toxina tipo PSP), lo cual resulta de suma importancia para atender la problemática de un florecimiento potencialmente tóxico, que requiere una respuesta rápida: conocer los niveles de toxinas, cómo se están depurando y cuál es la transferencia a otros niveles troficos. Y esto es imposible si tienes que mandar tus muestras a un laboratorio central en el Distrito Federal y luego esperar una o dos semanas para tener los resultados, señalaron ambos investigadores.

 

Respecto al tercer factor, la investigación, dijeron que en este momento ya se ha conformado un grupo en el que participan los doctores Sharon Herzka y Jorge Cácerez del CICESE; José Bustillos, del CIBNOR; David Rivas, en aspectos de modelación numérica, del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA), del IPN en Altamira, Tamaulipas, así como el propio José Luis Peña, Ernesto García y algunos colegas más de universidades norteamericanas.

 

Se realizarán estudios en cuatro líneas de investigación principalmente: 1) fisiología de organismos productores de ficotoxinas (para entender qué es lo que dispara la producción y control de toxinas, tasas de crecimiento y los mecanismos que las controlan a nivel molecular), 2) la transferencia de toxinas a diferentes niveles tróficos (ver la eficiencia en la transferencia y si hay acumulación o no en niveles superiores, especialmente en especies cultivadas en esta la región), 3) mecanismos de incorporación (es decir, rutas metabólicas: cómo el metabolito se incorpora en los organismos superiores), y 4) la implementación y validación de técnicas nuevas o recientes para detección tanto de biotoxinas como de organismos potencialmente tóxicos.

 

También se pretenden estudiar técnicas instrumentales y algunos aspectos de ecología de los organismos productores de florecimientos en esta área. Al respecto, dijeron que los monitoreos efectuados este año arrojaron ya un primer resultado. Se trata de un florecimiento de Lingulodinium polyedrum, un dinoflagelado que alcanzó un máximo de 550 mil células por litro en el muestreo del 17 de marzo.

 

Recordaron que ni en 2008 ni en 2009 se registraron este tipo de florecimientos, y que esta cifra está muy por debajo de lo que ha llegado a registrarse en eventos FAN de años anteriores, en que se han tenido conteos de hasta 11 millones de células por litro, como el caso del FAN ocurrido en 2005 que, además, estuvo presente en aguas de la Bahía de Todos Santos por espacio de seis meses. En este caso, dijeron los investigadores, el último conteo ya muestra un decaimiento en el número de células por litro, y esperan que las condiciones atmosféricas y marinas terminen por disiparlo.