Tecnología Argentina , Argentina, Martes, 27 de abril de 2010 a las 20:06

Un satélite argentino-americano para conocer datos ambientales

Brindará información sobre la circulación oceánica, el clima, la pesca y la biodiversidad marina

InfoUniversidades/DICYT Investigadores de Argentina, de la Universidad Nacional del Sur, del Departamento de Geografía y Estados Unidos pondrán en órbita un satélite para obtener datos de cuencas y océanos. Se construye entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina y la NASA. Este equipo es un observatorio integrado por instrumental de alta complejidad y será puesto en órbita en mayo de 2010. Los datos que aportará el satélite constituyen una posibilidad inédita en el campo de la oceanografía para elaborar modelos climatológicos a largo plazo. Se estima que dará 14 vueltas por día alrededor de la Tierra, a una altura de 647 kilómetros. Tanto el relevamiento de los datos, como el comando, monitoreo y control del instrumento se llevarán a cabo en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de Córdoba.


Determinar la salinidad y la temperatura de mares y océanos, proveer datos sobre la humedad del suelo a escala de grandes subcuencas, estimar la concentración de hielo oceánico y realizar mediciones de humedad y temperatura son algunos de los objetivos del satélite SAC-D Aquarius. Este equipo es un observatorio integrado por instrumental de alta complejidad, y será puesto en órbita en mayo de 2010. 

 

Se trata de una misión de cooperación internacional desarrollada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de la Argentina (CONAE) y la NASA. La institución argentina se ocupa de la construcción del módulo satelital y la NASA aporta el instrumento Aquarius para las mediciones ambientales. El instrumental completo está valuado en 200 millones de dólares.

 

La doctora Cintia Píccolo, docente e investigadora de la Universidad Nacional del Sur y directora del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) de esa casa y el Conicet, fue convocada para evaluar, junto a expertos estadounidenses y argentinos, los proyectos presentados ante ambas instituciones para utilizar los datos emitidos por el satélite. Fue la única integrante del comité que no pertenece a la CONAE o la NASA. Además de acceder a la información del Aquarius, los seleccionados serán financiados por cada país. “Esto es inédito en la oceanografía, ya que la medición de la salinidad y otros parámetros hasta ahora se realiza con métodos parciales y sobre todo terrestres”, contó la investigadora.

 

“Esta información es de vital importancia para el conocimiento de la circulación oceánica, el clima, la pesca y la biodiversidad marina, entre otros aspectos. Servirá para elaborar alertas tempranas de inundaciones, conocer los aportes a los océanos de agua dulce por derretimiento de masas polares, entre otras cuestiones. Contar con esos datos de manera global dará a la comunidad científica un aporte sin precedentes para la elaboración de modelos climáticos a largo plazo”, agregó Píccolo.

 

Los evaluadores centraron su interés en saber cómo se van a aplicar los datos generados por la estación en proyectos sobre el Mar Argentino, las pesquerías y los incendios por aumentos de temperatura en las cuencas continentales. Acerca del modo de trabajo con los datos obtenidos, la investigadora explicó a InfoUniversidades que “una vez que esté generando información, el primer paso será contrastarla con la obtenida por estaciones en tierra, como barcos o boyas, y después realizar los ajustes necesarios”.

 

El Aquarius llegó a Bariloche, directamente del Jet Propulsion Laboratory de Pasadera, Estados Unidos, en un avión de la Fuerza Aérea de ese país, y fue trasladado a INVAP, una empresa de base tecnológica de la provincia de Río Negro dedicada al diseño, integración y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad, como energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico. Allí será montado sobre el satélite SAC-D, y se realizarán los ensayos de funcionamiento.

 

A diferencia de otros satélites de la serie SAC construidos por INVAP, que poseen instrumental óptico para la adquisición de imágenes, este observatorio llevará equipamientos que operan en el rango de las microondas. La carga útil se completa con cámaras infrarrojas y de alta sensibilidad y receptores de datos ambientales. El satélite dará 14 vueltas alrededor del planeta Tierra por día, a una altura de 647 kilómetros y con una vida útil estimada de 5 años. La recolección de datos se llevará a cabo en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, ubicado en la provincia de Córdoba. Allí también se realizará el comando, monitoreo y control del instrumento durante toda su actividad.

 

En esta iniciativa participan ingenieros, físicos y astrónomos integrantes de varios organismos e instituciones científicas argentinas, que forman el Plan Espacial Nacional. Además, el proyecto incluye contribuciones de otras instituciones internacionales, como la Agenzia Spaziale Italiana, el Centre National d’Etudes Spatiales de Francia, la Canadian Space Agency y el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, de Brasil.