Ciencia Rep. Dominicana , Santo Domingo, Viernes, 07 de mayo de 2010 a las 16:38

Advierten del riesgo sísmico en República Dominicana debido a sus condiciones tectónicas y geológicas

Dos expertos aseguran que los suelos de Puerto Príncipe y del Valle del Cibao son aluviales, lo que incrementaría las ondas sísmicas en caso de terremoto

UNPHU/DICYT Existe un alto riesgo sísmico para toda la isla debido a las condiciones sismotectónicas y geológicas de la zona del Caribe, que crea un área con una sismicidad muy activa, expresaron los profesores los profesores Luis Peña y Orlando Franco durante una conferencia presentada en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Franco explicó que un plan elaborado por ellos en el 2001, en el cual se creó un posible escenario de los efectos de un terremoto de 7’5 grados en la zona del Cibao (Santiago) y el cual fue comparado con el terremoto del 12 enero. Con esta presentación actualizada llegan a la conclusión de que los suelos de Puerto Príncipe y del Valle del Cibao poseen suelos aluviales los cuales, en el caso de ocurrir un sismo de dicha magnitud, incrementaría las ondas sísmicas y por ende el peligro.

 

Estas consideraciones son el resultado de una visita de reconocimiento de 7 días a la región afectada por el sismo de Haití con magnitud 7 en la escala de Richter, junto al Grupo de Reconocimiento en Geo-Ingenierías para Eventos Extremos (GEER), dirigido por Ellen Rathje (de la Universidad de Texas) e intercambios en el campo con el Dr. Paul Mann de La Universidad de Texas and Dr. Rich Koehler de la División de Geología y Levantamiento Geofísico de Alaska.

 

Los penelistas explicaron que el riesgo sísmico se debe a que la mayoría de las islas de las Antillas Mayores, La Española (Haití y La República Dominicana), Jamaica y Puerto Rico están dentro del Contacto Norte de la Placa del Caribe con la Placa de Norteamérica, el acomodamiento por fallas geológicas activas del desplazamiento de la Placa del Caribe hacia el Este con relación a la Placa de Norteamérica que se desplaza hacia el Oeste, con un promedio 21-24 milímetros al año y de aproximadamente 16 milímetros al año con relación a la Placa de Suramérica y la Sismicidad activa de la Isla Española que se evidencia por los Sismos Históricos, instrumentales, Recientes y Prehistóricos que la han afectado.

 

Explicaron que existe una similitud en los riesgos sísmicos para los dos países que comparten la isla Española (República de Haití y la República Dominicana), pero es mayor para la República Dominicana, citando varias razones para ellos: Ambos países comparten la isla Española o Hispaniola que se localiza dentro del contacto Norte de las Placas Caribe – Norteamérica; La Zona de Falla Enriquillo-Plantain Garden que pasa a través de toda la península sur de Haití, se extiende también desde la parte sur de Petion Ville hacia la parte Suroeste de la República Dominicana; Como en la Zona de Falla Enriquillo-Plantain Garden (Falla Transcurrente) que pasa por toda la península sur de Haití, y que acomoda 7 milímetros/año o sea 30% de total del desplazamiento de las Placas Caribe Norteamérica lo hace la Zona de Falla Septentrional (Falla Transcurrente) que pasa todo el valle del Cibao desde la parte sur de la península de Samaná hasta el área norte de Manzanillo del país, acomodando según los estudios paleosísmicos 9+/-3 milímetros/año o sea de 30 a 50% (del total de desplazamiento entre las placas.

 

Energía acumulada

 

El segmento central de La Zona de Falla Septentrional según los estudios paleosísmicos ha acomodado energía suficiente en los últimos 800 años para generar un sismo mayor de 7’5 magnitud Richter, representando para la República Dominicana un riesgo sísmico mayor y posibles consecuencias mayores que lo que ha ocurrido en Haití.

 

La Zona de Falla Septentrional se extiende hacia la parte submarina en Manzanillo hasta unirse con la falla de Oriente sur de Cuba que es su continuidad hacia el Oeste, pasando al norte de Cabo Haitiano, y ha producidos daños relacionados a terremotos históricos relacionados a ella, tanto para Haití como a la República Dominicana.

 

Similar a las localizaciones de las principales ciudades en la península sur de Haití sobre depósitos de abanicos aluviales, llanuras y terrazas -paleo terrazas fluviales, suelos de granulometría fina (no consolidados y depósitos meteorizados topográficamente elevados que amplificaron las ondas sísmicas, sufrieron licuefacción, desplazamiento o extensión lateral, asentamientos y causaron severos daños a las propiedades públicas y privadas, ocurrirá en la República Dominicana, debido a que muchas áreas de nuestras ciudades y municipios se ubican sobre depósitos con las mismas características.

 

En nuestro país hay un mayor riesgo sísmico, porque además de las fallas transcurrentes mencionadas hay un componente de subducción en la parte noreste, capaz de generar grandes sismos como ya lo ha hecho histórica y recientemente (sismos desde 1943 al 1953 con magnitud en la escala de Richter mayor de 7.0 y el de 22 de septiembre de 2003 con magnitud de 6.5).

 

Describieron como diferentes efectos secundarios relacionado al sismo magnitud 7.0, del 12 de enero del 2010 en Haití (licuefacción, levantamiento de la corteza en la costa norte de la península sur de Haití, zonas de extensión o desplazamiento lateral, deslizamientos, amplificación de ondas en el terreno), unidos a la alta vulnerabilidad social y estructural causaron severos daños a las obras de infraestructuras de ese país y las muertes de más de 200,000 personas.

 

Correlación de ambientes

 

Asimismo, detallaron que hubo una correlación entre los diferentes ambientes geológicos (rocas y suelos locales) y los daños que se produjeron en las principales ciudades localizadas en la región afectada por el sismo. Aunque reconocieron que hubo combinaciones de factores que ayudaron a incrementar los daños por ejemplo: pobre calidad de los materiales, diseños estructurales no adecuados para zonas sísmicas, efectos de topografía.

 

Explicaron que los fenómenos geotécnicos de licuefacción y extensión o desplazamiento lateral, así como los asentamientos produjeron daños a línea de costa al norte de la península sur de Haití, donde el mar penetró tomando parte de la costa hasta más de 150 metros en varios áreas, manifestándolo en las propiedades públicas y privadas. Destacaron que es conveniente que las inversiones en los proyectos de desarrollo del Sector Turístico en la República Dominicana tomen en cuenta esta situación, que ocurre en la zona costera.

 

Fueron bastante explícitos de que la no actividad por largo tiempo (no generación de sismos) de las fallas activas con la acumulación de deformación en la roca (energía) y con su superficie de ruptura muy somera menor de 20 kilómetros constituye un peligro mortal para ciudades con densidades poblacionales elevadas y con un alto grado de vulnerabilidad, localizada muy próxima a la línea o rastro activo de la falla.