Alimentación Colombia , Colombia, Martes, 09 de noviembre de 2010 a las 17:04

Más leche y menos contaminación con un vegetal único

El Lotus es un pequeño vegetal que puede ser utilizado en los forrajes de alimentación para el ganado. Crece lento, pero cuando se establece es un aliado valioso para el ambiente y los productores de leche

UN/DICYT Con solo cambiar la dieta del ganado es factible generar beneficios en tres vías: para los ganaderos, el ambiente y los rumiantes. El Lotus, un vegetal único por sus cualidades, es el secreto. Esta pequeña planta, que es un manjar para el paladar de las reses, en poco tiempo se convertirá en un forraje que ayudará a disminuir los gases de efecto invernadero que produce la industria bovina de la Sabana de Bogotá y a la vez les permitirá a los ganaderos contar con vacas que producen hasta un 18% más de leche por ejemplar.

 

Así lo estableció Édgar Cárdenas, investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, que durante cerca de 13 años, junto con estudiantes de pregrado y posgrado, ha podido comprobar en experimentos de campo los beneficios de esta multifacética planta.

 

El Lotus es prodigioso por donde se mire, pero tiene un único “defecto”: su lento crecimiento. Luego de varios trabajos de investigación, se han logrado detectar y verificar numerosas propiedades. Es un vegetal que al ser ingerido por el ganado disminuye contundentemente la eliminación de nitrógeno por la orina y la posterior generación de N2O (óxido nitroso); asimismo, reduce la emisión de CH4 (metano), uno de los mayores gases de efecto invernadero.

 

Cárdenas afirma que esto sucede porque la proteína de la dieta de la res, en vez de degradarse (como ocurre con otras dietas), es absorbida por el intestino del animal. A la vez se reduce la metanogénesis, esto es, la formación de metano por intervención de microbios intestinales.

 

El Lotus además presenta taninos, metabolitos secundarios (compuestos químicos sintetizados por las plantas) responsables de una mejor producción y calidad de la leche. En los experimentos realizados con financiación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, asociaciones y cooperativas ganaderas, comprobaron que gracias al consumo de ese forraje, combinado con pasto kikuyo y sin fertilización nitrogenada, la producción de leche se incrementa en un 18%, frente a la producción sustentada en el consumo de pasto tradicional.

 

“El kikuyo es una pastura que requiere fertilización con nitrógeno, 400 kilos al año por hectárea. En contraste, el Lotus lo fija del ambiente y lo incorpora en sus tejidos”, dice el investigador. El dato es importante si se tiene en cuenta que solo el 35% de la urea (fertilizante nitrogenado) que se aplica a la planta es captado por esta. El resto va directo a contaminar el ambiente, principalmente las fuentes de agua.

 

Se comprobó, además, que la leche del ganado alimentado con Lotus incrementa su contenido de proteína en 14% y de grasa en 11%. Como si fuera poco, la planta es resistente a heladas, retiene muy bien la humedad del suelo, soporta el estrés por las pisadas del ganado y se dispersa de manera adecuada una vez se establece en el terreno.

 

Hace un mes, cuando Lotus fue presentada en sociedad, unos 600 ganaderos de la Sabana de Bogotá se mostraron maravillados, aunque para muchos no era desconocida. Édgar Cárdenas explica que la leguminosa es de Nueva Zelanda y fue introducida por ganaderos al país hace más de 30 años, solo que no fue vista como una opción alimenticia.

 

“La semilla de Lotus en terreno demora entre ocho y nueve meses para propagarse, y por material vegetal trasplantable entre cuatro y seis meses, dependiendo de la fertilidad y humedad del suelo. Entre tanto, los ganaderos quieren pastos, como el ryegrasso, que estén listos en menos de 70 días”.

 

¿Cómo convencer al sector? Con algo tan sencillo como ser competitivos. El investigador de la UN expone que los mercados internacionales están pidiendo productos con la menor huella ecológica posible, de lo contrario se cierran puertas. Suiza, Suecia y Nueva Zelanda son líderes en este propósito y lo exigen a sus proveedores. De esta forma, la UN contribuye a mejorar la sostenibilidad y competitividad, respondiendo con el ambiente y con los nuevos mercados.