Alimentación Ecuador , Galápagos, Lunes, 30 de mayo de 2011 a las 13:48

Determinan el estado de un nuevo insecto introducido en Galápagos, la hormiga cabezona

Los guardaparques utilizaron cebos con mantequilla de maní para detectar al insecto

DPNG/DICYT Guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos realizaron un monitoreo de hormiga cabezona (Pheidole megacephala) en la zona urbana de la isla San Cristóbal, para determinar el estado actual de este insecto introducido en la isla.

 

Para el monitoreo, los guardaparques utilizaron como cebo palillos de madera con mantequilla de maní, muy atrayente para las hormigas. En este monitoreo se recorrieron varios barrios de Puerto Baquerizo Moreno, detectando que la hormiga cabezona se ha extendido a los barrios: Las Peñas, Frío, Pedregal, y Central. En los próximos días se monitoreará los otros sectores de la población y se iniciará con las aplicaciones del producto de control.

 

La hormiga cabezona Pheidole megacephala es originaria del sur de África; es una especie invasiva que se ha extendido por muchos países de climas templados y tropicales. Desde su detección en Galápagos, la DPNG ha invertido grandes esfuerzos en mantener controlada la especie, pues provoca el desplazamiento de la mayoría de invertebrados nativos y endémicos.

 

Otras actividades

 

Los mismos técnicos, del Componente de Control y Erradicación de Animales Introducidos, de la DPNG, realizaron un monitoreo de la Laguna El Junco, a fin de determinar si existe presencia de tilapia, especie introducida en este reservorio de agua dulce, que fuera posteriormente erradicada por la autoridad ambiental en las islas. El monitoreo visual y recorrido de las orillas en búsqueda de huevos, no evidenció la presencia del pez, sin embargo, posteriormente se realizará un monitoreo más intensivo que confirme que la laguna está libre de esta especie introducida.

 

Por otra parte, días atrás se había advertido la presencia de caracol africado, la especie introducida en Galápagos más peligrosa de los últimos años. Los guardaparques monitorearon la zona en donde se reportó el caracol, tres horas en la noche, durante dos días seguidos, pero no se encontró rastros del molusco. Como prevención, se informó a dueños de propiedades aledañas sobre la posible presencia del animal para que informen inmediatamente a la DPNG, en el caso de encontrarlo.