Alimentación Panamá , Panamá, Jueves, 02 de junio de 2011 a las 18:59

Identifican una nueva especie de rana invasora en la ciudad de Panamá

Código de barras para la identificación y monitoreo de ranas invasoras

STRI/DICYT Durante las últimas décadas, los jardines y lotes baldíos en la ciudad de Panamá han estado albergando a dos especies de ranas invasoras. En cualquier noche lluviosa, el vecindario revive con el ya familiar “bi-diip” de estas pequeñas ranas. Son Eleutherodactylus antillensis y E. johnstoney, nativas de las islas del Caribe, y se cree que llegaron a la ciudad de Panamá como polizones en barcos de carga internacional. Son difíciles de encontrar juntas y no se encuentran en ninguna otra parte fuera de la capital.

 

Los investigadores han identificado una tercera especie de rana invasora en la ciudad de Panamá. Esta nueva aparición, la rana de invernadero (Eleutherodactylus planirostris) es parte del mismo género de las otras especies invasoras, pero nunca se había detectado en Panamá antes de 2007. De acuerdo a códigos de barras del ADN, información y especímenes, el investigador asociado a STRI, Andrew J.

 

Crawford, Roberto Alonso, de la Universidad de La Habana, Cuba, Samuel Sucre de la Universidad de Panamá y Roberto Ibáñez y César Jaramillo, de STRI, confirmaron la presencia de la rana de invernadero en Panamá. Las ranas se empezaron a escuchar en el Cerro Ancón en 2007 y se observaron en Costa del Este y Balboa en 2009 y en Altos del Chase en 2010.

 

La rana de invernadero es nativa de las Bahamas, las Islas Caimán y Cuba, con poblaciones introducidas que ya se conocen del sureste de los EU, Jamaica, Honduras, México, Granada, Islas Caicos, los Cabos Miskitos de Nicaragua, y las islas del Pacífico de Hawaii y Guam. La rana de invernadero es la más pequeña de las tres especies y su llamada se puede confundir con la de un insecto.

 

Al encontrarse por primera vez en un país nuevo, la especie invasora puede ser particularmente difícil de identificar, ya que los taxónomos locales no están familiarizados con los invasores. Los datos moleculares como los obtenidos de los efuerzos globales para elaborar códigos de barra del ADN se pueden usar para su identificación y para ayudar a monitorearlos y así controlar las especies exóticas.