Alimentación España , Castilla - La Mancha, Martes, 29 de noviembre de 2011 a las 17:47

Mejorar la conservación de los humedales de La Mancha, paisaje casi único, objetivo de un proyecto

Vigente hasta 2014 y con una inversión de 2,5 millones de euros, este proyecto Life ha sido explicado hoy en unas jornadas en Ciudad Real

RAG/DICYT Los humedales y las estepas salinas mediterráneas de Castilla-La Mancha son prácticamente únicos en Europa, y presentan distintos y valiosos endemismos, con formaciones vegetales que están "muy amenazadas". Un proyecto LIFE, financiado al 75 por ciento por la Unión Europea, prevé la mejora de la conservación de este espacio, sobre el que se asienta la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda. Los pormenores de este plan han sido explicados hoy en una jornada celebrada en el municipio ciudadrealeño de Almagro.

 

Denominado Humedales de La Mancha, el proyecto tiene como objetivo la conservación de los humedales y sus áreas periféricas de estepas salinas para mantener unos ecosistemas singulares donde habitan las mejores representaciones de albardinales y praderas de Limonium, especies similares al esparto y las siemprevivas. La principal medida consistirá en la compra de los terrenos situados alrededor de las lagunas para proteger las denominadas zonas tampón o de amortiguación con este tipo de vegetación.

 

Se calcula que estas operaciones se realizarán sobre 262 hectáreas, ha precisado a DiCYT Eduardo de Miguel, director-gerente de la Fundación Global Nature. Esta organización participa en el proyecto junto con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Consorcio del Alto Guadiana, este último socio beneficiario. Las localidades donde se llevarán a cabo las diferentes actividades hasta la recuperación son, principalmente, Mota del Cuervo y Las Mesas, en Cuenca; Lillo, Villacañas, Villafranca de los Caballeros y Quero, en Toledo; y Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz y Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real.
 

El proyecto, cuyo presupuesto es de alrededor de 2,5 millones de euros, también contempla la renaturalización de espacios tras el abandono de la actividad extractiva de sal, la revegetación de más de 400 hectáreas de terreno que bordea los humedales o la repoblación de los bosques de ribera en el entorno de los ríos Riánsares y Cigüela.

 

Acciones alrededor de las lagunas

 

El plan prevé la ejecución de otras acciones en los humedales, como es el cierre de balsas de drenaje y balsas de extracción de sal, las cuales "han alterado el paisaje y el propio régimen hídrico". Se llevará a cabo, asimismo, una ordenación de los caminos de estos terrenos, pues algunos de ellos pasan alrededor de las cubetas y otros, incluso, las atraviesan, ha manifestado el director-gerente de la Fundación Global Nature, quien ha apuntado que hoy sólo quedan 1.200 hectáreas de formaciones vegetales salinas en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de esta zona. 

 

En estos humedales con espacios considerados como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) también se prevé proteger las zonas de nidificación de especies de aves características de las superficies lacustres a través de la instalación de talanqueras o pastores eléctricos (dispositivos que dan una pequeña descarga eléctrica, sin consecuencias, a los animales que intentan cruzar un terreno vallado), ha definido.

 

El proyecto también incluye diversas actividades de sensibilización de la población sobre este espacio natural, como exposiciones itinerantes, charlas en los colegios, visitas guiadas o la emisión semanal de un programa sobre el proyecto en la Televisión de Castilla-La Mancha de 10 minutos. Asimismo, establece un programa informativo para los agricultores de la zona.

 

De Miguel ha incidido en la necesidad de conservar este valioso espacio de especies salinas, que sólo encuentra réplicas en planicies de Turquía, Austria, Hungría y el Norte de África. El paisaje castellano-manchego acoge, además, algunos endemismos de especial valor, como las características praderas de Limonium o el grillo de cascabel de plata (Gryllodinus kerkennensis), que sólo se ha localizado en la Laguna de Peñahueca y su entorno.