Alimentación Colombia , Antioquia, Jueves, 22 de diciembre de 2011 a las 10:31

Estudian los efectos de la deforestaci贸n y la sedimentaci贸n sobre los caracoles

El trabajo, realizado por Viviana Am贸rtegui y Andrea Arroyave, ha obtenido el tercer lugar del Premio Santander en Ciencia e Innovaci贸n

UDEA/DICYT Dos biólogas de la Universidad de Antioquia ganaron el tercer lugar del Premio Santander en la categoría Ciencia e Innovación. Su proyecto muestra los efectos de la deforestación y sedimentación en los caracoles del Golfo de Urabá. La tesis de grado Efectos de la deforestación y sedimentación sobre gasterópodos (caracoles) en el manglar del Golfo de Urabá, consiguió el tercer lugar del Premio Santander en la categoría Ciencia e Innovación. Las investigadoras de este proyecto, Viviana Amórtegui Torres, estudiante de último semestre de biología, y Andrea Arroyave Rincón, egresada del mismo pregrado, recibieron 15 millones de pesos para continuar con su proyecto. El premio fue entregado en Bogotá el 29 de noviembre.

 

Estas investigadoras encontraron en el Urabá antioqueño un problema en el ecosistema del manglar, que se transformó en una ruta para su proyecto y que busca identificar cómo la deforestación y la sedimentación del golfo de esa región, puede afectar especies vulnerables como los cangrejos, que son un alimento esencial para la población y además cumplen un papel fundamental como ingenieros ecosistémicos del manglar.


Viviana y Andrea aseguran que se sentían ganadoras desde antes de la entrega del premio, pues quedaron entre los 5 semifinalistas luego de que 42 proyectos de todo el país se postularan en la categoría de Ciencia e Innovación. Además, las alienta saber que compitieron con profesionales con amplia trayectoria y con proyectos importantes en investigación, que como ellas buscan contribuir de diferentes maneras y en diferentes áreas al desarrollo de nuestro país.


Estas dos investigadoras habían trabajado juntas en Urabá. Así que decidieron empezar un nuevo proyecto en la región, por el que fueron reconocidas con el tercer lugar del premio Santander. “Consideramos que el tema nos eligió a nosotras, ya que siempre nos han interesado mucho los ecosistemas tropicales hídricos y de manglar”, dijo Arroyave.

 

Impacto de la sedimentación


Ambas participaron en el megaproyecto Impactos de las tasas de sedimentación sobre la estructura trófica macrobentónica e íctica y el procesamiento de la hojarasca del manglar en el delta del Río Turbo, Golfo de Urabá, Caribe colombiano. Esta investigación fue liderada por el profesor de la Universidad de Antioquia Juan Felipe Blanco Libreros y el biólogo marino, Alexander Taborda. Fueron ellos quienes les ofrecieron a las jóvenes investigadoras realizar su trabajo de grado allí y formar parte del grupo de investigación en Ecología Lótica: Islas, Costas y Estuarios, Elice, de la UdeA.


Este trabajo tenía varios componentes, entre ellos tasas de deforestación, tasas de sedimentación y los efectos de estas problemáticas sobre un organismo clave en el ecosistema de manglar: el caracol Neritina virgínea. Fue así como desarrollaron su trabajo en una zona en la que se han realizado pocos estudios en el tema, lo cual fue también un estímulo para llevar a cabo el proyecto.


Y es que los estudios en zonas costeras, específicamente en manglares que involucren la intervención humana, son muy escasos en el país. Por ello, los resultados obtenidos por todos los participantes del proyectos son grandes aportes y además son pioneros en la zona del golfo de Urabá. Los investigadores, por ejemplo, descubrieron que en varias cuencas hidrográficas de la vertiente oriental del Golfo de Urabá, la tasa de deforestación anual se acerca al 2 por ciento, siendo una de las tasas más altas registradas en el país, esto debido a la fuerte intervención de los seres humanos en la región, lo que ha ocasionado este aumento. Esos sedimentos van a parar al manglar, con graves consecuencias sobre la fauna y flora del bosque.

 

Caracol abundante


Viviana y Andrea escogieron el caracol N. virginea como modelo de estudio por su alta abundancia y porque puede reflejar el estado del ecosistema. Encontraron que la densidad de este organismo disminuía a medida que se deforestaba el manglar y aumentaba donde habían mas sedimentos, tolerando variables ambientales extremas, pero a su vez, comprometiendo su sobrevivencia a largo plazo. Además, las investigadoras lo consideran un ingeniero ecosistémico, por lo que sería fundamental en el reciclaje de nutrientes del bosque y su extinción ocasionaría graves consecuencias sobre éste.


Ahora, las dos biólogas iniciarán su nuevo proyecto, que busca analizar cómo la deforestación y la sedimentación están afectando los cangrejos en el golfo de Urabá. Lo harán gracias a la financiación que recibieron con el Premio Santander. Además, seguirán con sus compromisos en el laboratorio Elice y en 2012 esperan continuar con sus estudios de posgrado en biología en el Alma Máter.