Ciencias Sociales España , Valladolid, Miércoles, 20 de junio de 2012 a las 17:36

“Hay un mecanismo en la naturaleza que nos permitiría extraer energía de un agujero negro”

Miguel Santander, escritor y astrofísico del Observatorio Astronómico Nacional, imparte una conferencia en el Museo de la Ciencia de Valladolid

Cristina G. Pedraz/DICYT Suena a ciencia ficción y, de momento, lo es. Pero quizá, a finales de este siglo, abandonemos las fuentes de energía que utilizamos habitualmente y las sustituyamos por un agujero negro, “la fuente de energía más limpia, eficiente e inagotable que se pueda imaginar”. Así lo asegura Miguel Santander, escritor y astrofísico del Observatorio Astronómico Nacional, quien imparte hoy una conferencia en el Auditorio del Museo de la Ciencia de Valladolid sobre los agujeros negros y sus asombrosas posibilidades a nivel energético.


La charla servirá para presentar el último libro de Santander, El legado de Prometeo, una novela de la denominada ciencia ficción “dura” que trata de ser rigurosa con los conocimientos científicos que se conocen hasta el momento. “Una de las cosas principales en la novela es la posibilidad de utilizar un agujero negro para extraer energía, algo que suena muy descabellado pero que la naturaleza permitiría”, señala.


Tal y como detalla, en la naturaleza “hay un mecanismo que nos permite extraer energía de un agujero negro, de un sitio de donde incluso la luz no puede salir. Es un proceso descrito por la Teoría de la Relatividad que descubrió Roger Penrose en los años 60 y que básicamente consiste en enviar una lanzadera en una órbita rasante al agujero negro y, sin llegar a entrar, cuando esté en el punto de máxima aproximación la lanzadera eyecta una carga de basura, por ejemplo, que cae al agujero y, como consecuencia, frena un poco su rotación”. La lanzadera, así, “sale mucho más rápido, se acelera, y luego se puede de nuevo recoger desde la estación espacial donde se lanzó y con los mismos raíles”, apunta.

 

No obstante, aunque en la actualidad tuviéramos un agujero negro a mano, “con la tecnología de la que disponemos hoy día no podríamos hacerlo”, añade en declaraciones a DiCYT.

 

Solución a una crisis energética

 

El libro de Miguel Santander transcurre a finales del siglo XXI, en un mundo “donde el cambio climático ha hecho muchos estragos, donde hay una crisis energética muy fuerte y donde los gobiernos y las corporaciones luchan entre sí por el control de la energía”. En ese marco, un científico que descubre un agujero negro cercano, vecino del Sol, y propone organizar una viaje “para estudiar este proceso de robar energía al agujero negro para resolver las necesidades energéticas”, explica el autor.

 

A su juicio, esta sería la fuente de energía “más limpia, eficiente y renovable que se pueda imaginar”. “Limpia porque consiste en echar en el agujero negro algo que puede ser incluso basura, como residuos nucleares, que cae al agujero negro y pasa a formar parte de él; eficiente porque con 10 kilogramos de basura tendríamos energía para abastacer a toda la humanidad por un día con el consumo actual, y no hay ninguna fuente de energía actualmente que llegue a esa eficiencia; y renovable porque podríamos seguir tirando basura y frenar poco a poco la rotación del agujero negro durante muchos miles de millones de años, más tiempo que la edad del Universo”, subraya.

 

Durante la charla, Santander abordará la Ciencia que contiene el libro, desde los agujeros negros hasta los viajes interestelares, pasando por esta forma de extracción de energía asombrosa, pero no por ello imposible. Con El legado de Prometeo Miguel Santander ha vuelto a la literatura de ciencia-ficción tras títulos como La costilla de Dios, finalista del XXI Certamen Alberto Magno en 2009, y La epopeya de los amantes, primer premio UPC 2012.