Salud España , Valladolid, Jueves, 27 de septiembre de 2012 a las 16:12

Investigadores del Clínico asocian niveles elevados de una proteína a una mayor actividad del lupus

El hallazgo permitiría mejorar el seguimiento de estos pacientes, una alternativa a las biopsias que habitualmente se realizan para monitorizar la enfermedad

Cristina G. Pedraz/DICYT El lupus es una enfermedad reumática, crónica y sistémica ya que, además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Su base es autoinmune, puesto que se produce por la formación de anticuerpos, y se calcula que afecta a cerca de 20.000 personas en España. Los pacientes sufren fases de brote y otras en los que los efectos remiten, aunque hay lupus muy severos y otros no tan graves como los que se manifiestan con afecciones en la piel. En cuanto al perfil del paciente, la patología afecta principalmente a las mujeres en época fértil, entre 20 y 40 años. Investigadores del Hospital Clínico Universitario de Valladolid analizan la posibilidad de ayudar al seguimiento de pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico (LES) a través de la medición de una proteína en la orina, la MCP-1.


Los investigadores, que pertenecen a la Unidad de Enfermedades Autoinmunes del Servicio de Medicina Interna, al Servicio de Microbiologíae Inmunología y al Programa de Investigación Biomédica del Clínico (ibC), acaban de publicar el trabajo en la revista científica Cytokine. En concreto, han identificado niveles elevados en orina de MCP-1, proteína del sistema inmune, que se asocian a una mayor actividad de esta enfermedad. Esta proteína causa inflamación y se había asociado previamente a daño renal en el lupus.


El estudio llevado a cabo por los investigadores del Hospital Clínico de Valladolid ha analizado 27 proteínas diferentes, en concreto citocinas, quimiocinas y factores de crecimiento, en la orina de 48 pacientes previamente diagnosticados con Lupus Eritematoso Sistémico, con el fin de conocer su potencialidad como biomarcadores de actividad de la enfermedad. Solo en el caso de MCP-1 los investigadores pudieron correlacionar directamente su presencia en orina con un mayor índice de actividad de la enfermedad.


Como detalla Julia Barbado, responsable de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes del Hospital Clínico y responsable de los pacientes del estudio, este hallazgo “podría representar una alternativa a las biopsias que habitualmente se tienen que realizar a estos pacientes para monitorizar la actividad de la enfermedad o la respuesta al tratamiento”.


Este estudio se engloba en el programa de Investigación Biomédica del Clínico (ibC), puesto recientemente en marcha en este Hospital y cuyo fin es apoyar el desarrollo de proyectos de investigación aplicada. Según Jesús Bermejo, coordinador de este programa, “el uso de biomarcadores no invasivos, por ejemplo en la orina, representa una oportunidad para ahorrar molestias a los pacientes en un futuro próximo, y abre una nueva etapa para el seguimiento y para la toma de decisiones sobre el tratamiento de los pacientes con Lupus”.


Tratamiento precoz y seguimiento


El Lupus Eritematoso Sistémico (SLE, por sus siglas en inglés) se encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes. En estas enfermedades, el sistema inmunológico se "confunde" y no diferencia entre los antígenos extraños (microbios) y los antígenos propios de nuestras células, produciendo inflamación y daño en los tejidos del organismo. Se trata, como su nombre indica, de una enfermedad sistémica, y los enfermos pueden sufrir brotes que afecten a muchos órganos: piel, articulaciones, riñones, corazón, pulmones, etc.


El lupus es una enfermedad crónica, por lo cual el seguimiento adecuado de estos pacientes, junto con el tratamiento precoz de las complicaciones, es fundamental para evitar que se produzcan daños graves en los órganos vitales, según los datos de la Consejería de Sanidad facilitados a DiCYT.


Según datos de la Sociedad Española de Reumatología, una ciudad que tenga 100.000 habitantes, cada año tendrá siete casos nuevos de lupus, aproximadamente. El lupus puede aparecer a cualquier edad: infancia, edad adulta y ancianos, aunque en la mayoría de los casos aparece entre los 17 y 35 años. Esta enfermedad supone un gran coste humano y económico para los pacientes, sus familiares y para el Sistema Nacional de Salud.