Alimentación Costa Rica , Heredia, Martes, 19 de febrero de 2013 a las 08:45

Evidencian el riesgo a la exposición de diminutas partículas que emanan las erupciones freáticas del Poás

Investigadores del OVSICORI y la Escuela de Ciencias Ambientales presentan estudios preliminares

UNA/DICYT Investigadores del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), y del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencias Ambientales (EDECA-UNA) realizaron una campaña de medición de los niveles y composición química de las partículas que se mantienen en el aire en las inmediaciones del cráter y el centro de visitantes de este parque nacional en el marco de un proyecto de investigación conjunto que pretende establecer las diferencias en la composición química de partículas que se generan en centros urbanos en comparación con las inmediaciones de los volcanes activos del país.

 

Esta primera campaña pudo medir la presencia de partículas PM10 las cuales, por su tamaño, pueden ingresar a la zona torácica y causar daños a la salud; dichas partículas se asocian con el polvo, la combustión de los vehículos, emisiones industriales, material biológico como hongos y bacterias y las emisiones de cenizas originadas en los volcanes.

También se analizaron las concentraciones de partículas PM 2,5 las cuales se alojan en la zona de intercambio pulmonar, así que no solo son un problema en sí mismas, sino también por las sustancias químicas que transportan como metales pesados, iones secundarios e hidrocarburos no quemados. Las PM 2,5 son emitidas mayoritariamente por los procesos de combustión, tanto en vehículos como en fuentes fijas (industrias). En el caso de los ambientes volcánicos, estas se pueden originar por procesos de reacciones químicas secundarias a partir de las emisiones de dióxido de azufre.

“Durante la campaña de muestreo se presentaron varias erupciones freáticas en donde la concentración de las partículas PM 2,5 registradas en los alrededores del cráter y centro de visitantes llegaron casi al límite de la norma establecida por la Organización Mundial de la Salud que es de 10 microgramos por metro cúbico en promedio durante 24 horas”, explicó Jorge Herrera Murillo, coordinador del Laboratorio de Análisis Ambiental de la EDECA-UNA.

 

El investigar explicó que este promedio es engañoso, ya que si este valor es alto, significa que hubo picos con mayor exposición que fueron disminuyendo con el paso de las horas.


Para Herrera, el problema de las partículas no se centra solo en su exposición, sino en la composición química de las mismas. “Si bien en una erupción freática se liberan en su mayoría partículas PM 10, también se liberan PM 2,5, las cuales tienen una mayor concentración de iones químicos --como el cloruro o el fosfato--, de la que se puede presentar en sitios del área metropolitana”.

 

Además, la acidez de las partículas es mayor, lo que representa un riesgo para los visitantes y para la población que se encuentra constantemente expuesta. “Las personas pueden estar más propensas a enfermedades respiratorias, además existe una relación demostrada entre la acidez de las partículas y el desarrollo de enfermedades como presión alta, diabetes y colesterol”, explicó Herrera.