Ciencia España , Salamanca, Mi茅rcoles, 20 de noviembre de 2013 a las 15:56

Aplican el TAC al estudio arqueol贸gico de cer谩micas

El Laboratorio de la Evoluci贸n Humana de la Universidad de Burgos presenta una nueva l铆nea de investigaci贸n en las 鈥業II Jornadas de J贸venes Investigadores del Valle del Duero: Del Paleol铆tico a la Antig眉edad Tard铆a'

José Pichel Andrés/DICYT La Tomografía Axial Computarizada (TAC) es una técnica de imagen que se emplea habitualmente para realizar diagnósticos médicos. Sin embargo, el Laboratorio de Evolución Humana (LEH) de la Universidad de Burgos cuenta con un TAC para investigación científica, el primero no hospitalario que existió en España. Los investigadores lo emplean habitualmente para analizar los fósiles de Atapuerca, pero ahora han iniciado una nueva línea de investigación arqueológica para el estudio de cerámicas. Este trabajo se ha presentado hoy en las ‘III Jornadas de Jóvenes Investigadores del Valle del Duero: Del Paleolítico a la Antigüedad Tardía’, que se celebran en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca.

 

Marta Francés Negro, investigadora del LEH, ha explicado a DiCYT que el TAC de su laboratorio se está utilizando principalmente en el campo de la antropología para el estudio de los fósiles de la Sima de los Huesos, uno de los yacimientos más importantes de Atapuerca, pero en su caso “es un estudio arqueológico que nos permite estudiar las piezas sin destruirlas ni modificarlas”.

 

Las pastas cerámicas que estudian desde hace sólo tres meses proceden de otro yacimiento de la Sierra de Atapuerca, el Portalón de Cueva Mayor, donde hay restos de asentamientos humanos de la Prehistoria reciente, como la Edad del Bronce y el Calcolítico, épocas a las que pertenecen los materiales analizados en este estudio.

 

Ventajas tecnológicas

 

Generalmente, en el estudio de las cerámicas sin intervenir “sólo puedes llegar a conocer la tipología”. Si se realizan cortes en forma de láminas delgadas para su análisis en el laboratorio, se corre el riesgo de que el corte seleccionado no sea representativo. Por el contrario, el TAC permite estudiar piezas completas, “la totalidad del interior”, llegando a las “zonas que no ves y que tendrías que destruir para analizar”. Esto hace posible conocer los componentes de las cerámicas e inferir cuáles eran las características de todo el conjunto.

 

La técnica también permite analizar inclusiones que no dejan restos, por ejemplo, vegetales que en muchos casos se queman durante la cocción de la propia cerámica. “Pensamos que en el futuro, dependiendo del tamaño y de la forma, podemos deducir el tipo de material de una inclusión y saber si se trata, por ejemplo, de una semilla”, indica Marta Francés, una información muy valiosa para los arqueólogos.

 

El TAC también se ha empezado a emplear en geología, para estudiar estalactitas y estalagmitas. Al igual que en el caso de la arqueología, un programa informático permite después darle sentido a las imágenes y reconstruir virtualmente las piezas. “Esperamos poder avanzar en este estudio lo suficiente para investigar materiales de cierta importancia que no pueden ser alterados”, apunta Marta Francés.

 

Varias sesiones

 

Aparte de esta investigación, la primera jornada de este encuentro de jóvenes arqueólogos organizado por la Asociación Científico-Cultural Zamora Protohistórica, ha incluido diversas sesiones. Una de ellas ha estado dedicada al Paleolítico, con presentaciones del yacimiento de Siega Verde (Salamanca), la cueva de La Griega y el Abrigo del Molino (Segovia). En la sesión de Neolítico y Calcolítico se han presentado investigaciones sobre las condiciones de vida durante de la Prehistoria en Atapuerca y estudios funenarios en el Alto Duero. La parte del programa dedicada a la Edad del Bronce incluye trabajos sobre enterramientos infantiles, cerámicas de Numancia, petroglifos de la Maragatería, aprovechamiento animal y arte esquemático de Zamora y Salamanca. Asimismo, los asistentes han disfrutado de una visita al Cerro de San Vicente, origen de la capital salmantina.