Alimentación Perú , Perú, Jueves, 16 de enero de 2014 a las 14:21

Diseñan un sistema de asistencia a bomberos en labores de rescate

Ha sido ideado por alumnos de Ingeniería Mecatrónica de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP)

PUCP/DICYT Como trabajo final, los estudiantes del curso “Proyecto de diseño mecatrónico” presentaron el proyecto FOAM, prototipo funcional de un sistema que mejoraría la seguridad y la comunicación de los bomberos voluntarios durante un incendio. A octubre del presente año, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú ha atendido 92 912 emergencias a nivel nacional, de los cuales cerca del 10% correspondieron a accidentes pirotécnicos.


A diario, los hombres de rojo sortean un sinnúmero de dificultades antes de auxiliar a quien lo necesita. Si cruzar el caótico tráfico de la ciudad en unidades de rescate obsoletos no es suficiente reto, imagina apagar un incendio con hidrantes malogrados o sin agua, mangueras con huecos y equipos de protección personal desgastados. Además, claro está, de no contar con radios para comunicarse durante el incidente (lo hacen por medio de señas) ni con equipos de respiración autónoma de última tecnología (usan tanques pesados con menor capacidad de aire). En resumen, su valentía es mucho más grande que sus carencias.
FOAM: Espuma salvadora


Frente a esta problemática, los 17 alumnos del curso “Proyecto de diseño mecatrónico” de la Especialidad de Ingeniería Mecatrónica de la PUCP crearon un sistema llamado Fire Oppressor Active Mechatronics (o FOAM, por sus siglas en inglés), que emplea principios mecatrónicos para el mejoramiento de su desempeño.
El sistema consta de un safebox, una suerte de maletín-mochila resistente al fuego que contiene un tanque de aire comprimido y un extintor, el cual se conecta por fuera a un cañón de agua que le permitirá rociar el contenido con mayor maniobrabilidad y apagar pequeños fuegos. Cuenta con cables electroluminiscentes que ayudan al reconocimiento visual de los bomberos, así como con un micrófono y un parlante que facilitarán la comunicación entre elementos durante un rescate.


Además, presenta sensores cardiológicos, de gas, de temperatura y de movimiento que permitirán monitorear el estado físico del bombero y el ambiente donde está trabajando. La data recopilada es transmitida vía wifi a una computadora cercana (que podría estar ubicada en la unidad de transporte) y mostrada de manera amigable mediante un software.


Emergencia


La idea es que todos los equipos FOAM se conecten a una computadora central y que desde ahí el comandante encargado monitoree el estado de su compañía. Los sensores mostrarán las pulsaciones cardíacas de cada bombero, el nivel de concentración de gas del lugar, la temperatura exterior y el punto cardinal donde está ubicado. Si alguna de estas mediciones sobrepasa el nivel establecido, un mensaje de alerta se activará en el monitor, mientras que en el casco del bombero en cuestión, se encenderá una luz LED de color verde (si el nivel de gas es elevado), roja (temperatura alta) o azul (si necesita ayuda).


Si uno de ellos sufre un percance y queda aprisionado, puede activar una alarma sonora que facilitará su rescate. En caso quede inconsciente y no pueda pedir ayuda, los sensores mostrarán en qué situación se encuentra (en movimiento, parado o caído) y el comandante sabrá dónde mandar el equipo de rescate.

 

Durante la presentación de FOAM estuvo presente Eduardo Vidal de Lama, comandante de la Compañía Roma N° 02, quien opinó sobre la propuesta: “Me encuentro bastante emocionado por el trabajo presentado. Un equipo como este mejoraría nuestra labor durante un incendio. Y no solo la de los bomberos, sino de la industria en general, que tiene la obligación de contar con un equipo de primer respuesta. La proyección sería mayor”.


La experiencia


Este prototipo funcional ha sido financiado por el curso. En el Centro de Tecnologías Avanzadas de Manufacturas (CETAM) han contado con el espacio apropiado para programar las tarjetas electrónicas y elaborar el diseño del proyecto. Algunas herramientas han sido importadas, otras se han mandado a fabricar y unas han sido elaboradas con el apoyo del Laboratorio de Ingeniería Mecánica.


“Somos personas muy diferentes, cada una con su punto de vista. Hemos tomado en cuenta todas las ideas para encontrar la mejor solución. Por otra parte, hemos integrado conocimientos que hemos estado aprendiendo a lo largo de la carrera. Ha sido una experiencia muy enriquecedora”, precisa Nina Tapia, una de las alumnas del curso.


“Este curso ha sido bastante educativo. Nos acerca bastante al trabajo en la vida laboral porque tuvimos que organizar un grupo bastante grande para concretar un proyecto dentro de las fechas límites”, afirma Enji Onchi, también alumno.


Como profesionales


Desde hace cuatro ediciones, los alumnos de octavo ciclo de Ingeniería Mecatrónica llevan en su plan de estudios el curso “Metodología del diseño mecatrónico”, en el que forman grupos y presentan diferentes propuestas de un solución para un problema común. Aquella que obtenga la mayor calificación se fabrica, prueba y evalúa de manera colectiva al siguiente semestre, en el curso “Proyecto de diseño mecatrónico”.


“Este es un curso de formación. La idea es que puedan contar con el espacio para desarrollar algo real y que trabajen como profesionales, con la presión del tiempo y del costo. Lo que esperamos es que desarrollen un prototipo innovador”, resalta Ericka Madrid, quien dicta el curso junto con el Ing. Francisco Cuéllar. “La idea es que demuestren que pueden implementar algo que funcione para luego aplicar a un financiamiento, ya sea del FINCyT o del FIDECOM, a fin de contar con un producto patentable”, resalta el docente.