Alimentación Panamá , Panamá, Jueves, 20 de febrero de 2014 a las 09:47

Hallan bivalvos del Pacífico que se han introducido a través del Canal de Panamá

El Canal de Panamá, de 50 millas, ha sido cruzado más de un millón de veces desde su inauguración hace casi 100 años, proporcionando a los organismos un sinfín de oportunidades para ir de “polizontes”

STRI/DICYT En el 2009 investigadores del Smithsonian levantaron una placa de PVC cubierta de criaturas marinas en un puerto en Bahía Limón, en la costa caribeña de Panamá, y descubrieron algo inesperado: moluscos bivalvos peruanos, nativos del Pacífico. En los años siguientes la pequeña criatura, conocida por sus delgadas y coloridas conchas, apareció en placas de asentamiento en otros lugares alrededor del lado Atlántico del Canal de Panamá.


Sospechaban que habían descubierto una introducción de especies del Atlántico que pudo haber pasado a través de la vía interoceánica. En primer lugar, tenían que responder a una interrogante: ¿Podría la Amonia peruviana sobrevivir a la exposición de 12 horas en agua dulce, el tiempo máximo requerido para cruzar el canal? Colocaron placas con A. peruviana - en agua del Lago Gatún, el cuerpo de agua artificial que comprende la mayor parte del Canal de Panamá. Un 25 por ciento sobrevivió medio día en el agua. Pruebas genéticas posteriores de varios sitios confirmaron que el bivalvo habría logrado llegar con éxito al Caribe, aparentemente, en un número de ocasiones. Los hallazgos fueron publicados en Aquatic Invasions en diciembre de 2013.


“Identificamos varios linajes únicos de A. peruviana en el lado Atlántico, lo que sugiere que este no es un caso de una sola introducción”, comentó la científica del Smithsonian en Panamá Kristin Saltonstall, co-autora del estudio. “Por el contrario, varios individuos han sobrevivido al tránsito a través del Lago Gatún y se han establecido en distintos sitios. Sin embargo, no sabemos el alcance de su distribución o la rapidez con que se están propagando”.


El Canal de Panamá, de 50 millas (80 kilómetros), ha sido cruzado más de un millón de veces desde su inauguración hace casi 100 años, potencialmente proporcionando a los organismos un sinfín de oportunidades para ir de polizontes en los navíos de comercio internacional. El bivalvo podría haber cruzado como un adulto adherido al casco de un barco, o en forma de larva en el agua de lastre de un buque.


“Los posibles efectos en los ecosistemas pueden ser la competencia con especies nativas, especialmente con su especie hermana la Anomia simplex, ya que ocupan el mismo hábitat y probablemente tienen una dieta e historia de vida muy similar”, comentó Carmen Schlöder del Smithsonian en Panamá, autora principal del estudio. “Además, si dos especies hermanas muy estrechamente relacionadas (separadas por el Istmo) están en contacto éstas podrían potencialmente hibridar.”


Hasta ahora, sin embargo, los científicos están sorprendidos de no haber encontrado más especies introducidas a cada lado del canal. Esto se debe probablemente a una combinación de factores: La tranquila y efectiva barrera de agua dulce del Lago Gatún, las diferencias en los ecosistemas marinos a ambos lados del canal y la probabilidad de que una gran cantidad de organismos aún no han sido detectados o simplemente no se han reportado.


“Si bien hay muchas otras especies introducidas en ambos lados del Canal, es sorprendente que no vemos más invasiones marinas exitosas que se muevan a través del Istmo”, comentó del Smithsonian en Panamá, Mark Torchin, otro co-autor. “El agua dulce probablemente proporciona una importante barrera a la invasión para la mayoría de las especies marinas. Este no sería el caso si se tratara de un canal a nivel del mar”.