Salud Argentina , Argentina, Jueves, 13 de marzo de 2014 a las 13:42
DÍA MUNDIAL DEL RIÑÓN

Una de cada 10 personas tiene algún grado de enfermedad renal

En el marco del “Día Mundial del Riñón”, la Sociedad Argentina de Nefrología alerta sobre la importancia del estilo de vida saludable y la detección temprana como herramienta preventiva

AGENCIA CYTA-INSTITUTO LELOIR/DICYT A nivel mundial, y esto incluye a la Argentina, una de cada 10 personas tiene algún grado de enfermedad renal y si la sociedad estuviese mejor informada, esa cifra podría disminuir en forma significativa. Así lo afirmó a la Agencia CyTA el doctor Carlos Luis Blanco, secretario de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) y profesor de la Universidad del Salvador.

 

Desde hace 9 años, cada 13 de marzo, se celebra el “Día Mundial del Riñón”. A través de acciones de comunicación, la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón, y otros organismos, buscan que la ciudadanía esté bien informada para evitar complicaciones que puedan afectar a ese órgano vital. Este año el foco está puesto en la enfermedad renal crónica y el envejecimiento.

 

“Después de los 40 años, el filtrado del riñón empieza a decaer aproximadamente un 1% por año. Asimismo se estima que uno de cada 5 hombres y una de cada 4 mujeres entre 65 y 75 años, así como la mitad de los mayores de 75 años, tiene algún grado de enfermedad renal”, afirmó el doctor Blanco, quien también es jefe de Servicio Nefrología del Hospital Aeronáutico Central y consultor del Servicio de Nefrología del Hospital Naval.

 

La enfermedad renal crónica aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. “En casos extremos se requieren de tratamientos de sustitución de la función renal como la diálisis o el trasplante. Es fundamental la prevención como parte importante de los cuidados que cada paciente debe tener en cuenta para mejorar su calidad de vida”, subrayó el especialista.

 

En ese sentido, es fundamental contemplar hábitos de vida saludables como el ejercicio físico ajustado a la edad de cada persona, los controles médicos periódicos y una alimentación adecuada. “Existen algunos alimentos o nutrientes que necesariamente se deben dejar de consumir o al menos reducir su ingesta, como la sal”, afirmó Blanco.