Educación España , España, Lunes, 16 de junio de 2014 a las 12:47

Solo un 16% de los doctores españoles trabajan en el sector privado

La cifra de España es la mitad que la media de la OCDE

UC3M/DICYT España produce doctores a niveles equiparables de otros países de nuestro entorno. Sin embargo, un mínimo porcentaje de ellos trabaja en el sector privado, lo que supone un problema para la financiación de las investigaciones. Ésta es una de las conclusiones del estudio El empleo de los doctores en España y su relación con la I+D+i y los estudios de doctorado, realizado por profesores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) e impulsado por la Conferencia de Consejos Sociales.


El informe explica que los doctores que trabajan como investigadores representan, de media en la OCDE, el 68,6 por ciento de los que están empleados. Por sectores institucionales, el 45,4 por ciento de los que lo hacen en el sector privado trabajan como investigadores, en el sector gubernamental asciende al 70,8 por ciento y al 75,9 por ciento para los doctores que trabajan en la educación superior. En España, el 86 por ciento de los doctores empleados en la educación superior son investigadores, mientras que en el sector privado tan solo el 26,5 por ciento ejercen como tal.
Según cifras de la OCDE, países líderes en innovación como Estados Unidos, Corea o Japón, tienen una proporción de investigadores empleados en el sector privado superior al 75 por ciento. De esta forma, se deduce que los países con mayor inversión privada en esta área tienen desempeñan un papel importante en materia de innovación. En estos casos, el sector empresarial es la principal fuente de fondos de I+D con una inversión que supone aproximadamente el 75%. Mientras, en el año 2009, España, únicamente financió el 43,4 por ciento de su gasto total en I+D gracias al sector privado.


A partir del análisis de los diez indicadores considerados en cuanto a gasto en I+D, recursos humanos para I+D, innovación en empresa y outputs de investigación y transferencia, se afirma que Navarra, País Vasco, Cataluña y Madrid son las Comunidades Autónomas mejor posicionadas. En el extremo opuesto se encuentran Canarias, Baleares y Extremadura.


El estudio, que forma parte de la colección de Estudios e Informes de la Conferencia de Consejos Sociales, se presentó el pasado miércoles en la UC3M, donde tuvo lugar una mesa redonda al respecto con expertos como Joaquín Moya-Angeler, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales; Daniel Peña, rector de la UC3M; Cristina Garmendia, nueva presidenta de Cotec y ex ministra de Ciencia y Tecnología; y José Insenser, manager de Tecnología e Innovación de Airbus Defence and Space,


Tras analizar la situación de los investigadores en España, se deduce que la tasa de paro de los doctores en España está por debajo del 5%, según el informe de la EPA del 2013, frente al cerca de 26% de media nacional. Sin embargo, para Cristina Garmendia, se necesita avanzar “en la cooperación de sistemas, en innovación abierta, en emprendimiento dentro de las propias empresas y en reconocer la importancia que tienen las personas, por encima de las organizaciones para que el esfuerzo en I+D revierta en un aumento de la competitividad”. Del mismo modo, Daniel Peña, rector de la UC3M, sostiene que es necesario avanzar en la línea que propone Garmendia para poder generar confianza en las empresas y añadió que “el mayor problema del sistema universitario español es que no hay relación entre resultados y financiación”.


Los consejos sociales y de gobierno de las universidades españolas son conscientes de que es necesario obtener una mayor inversión por parte del ámbito privado para crecer en investigación. Por ello, plantean una serie de cambios en sus programas doctorales. Proponen, incorporar al sector privado en la dirección, organización y planificación de sus estudios de doctorado, y fortalecer la cooperación entre instituciones públicas y privadas en el diseño de los estudios doctorales. En esta línea, Joaquín Moya-Angeler destaca que es necesario acercar y adecuar más el doctorado al ámbito empresarial. Países como Países Bajos, Alemania o Dinamarca son un buen ejemplo a seguir en este aspecto, pues han realizado cambios estructurales en sus sistemas de doctorado en esta dirección obteniendo como resultado una mayor implicación del sector privado en materia de I+D.