La asociación ACM promociona las ciencias de la computación
José Pichel Andrés/DICYT La Association for Computing Machinery (ACM) es la mayor agrupación académica y profesional sobre computación del mundo y desde hace unos meses tiene una delegación en la Universidad de Salamanca, integrada por una veintena de estudiantes que apuestan por promocionar y divulgar diferentes aspectos del mundo de la informática. Sus objetivos son ofrecer charlas, talleres o recursos en línea y crear una comunidad que desarrolle proyectos.
Sus miembros van desde alumnos del primer curso de la carrera hasta doctorandos, y todos quieren mostrar y descubrir nuevas facetas de su pasión por la informática. “A veces las asignaturas que tenemos pecan un poco de teóricas y generan cierta frustración porque cuando entras en la carrera esperas encontrarte cosas un poco más vistosas”, explican los miembros de ACM en declaraciones a DiCYT. Por eso, cuando programan una actividad le ponen “auténtica pasión”, aseguran, “intentando compartir conocimientos con los compañeros y despertar el interés por la cara más amable y más interesante de la computación”. En buena medida, estas actividades tienen un componente autodidacta, ya que algunas de las cuestiones que se plantean no se enseñan en las asignaturas de la carrera.
Apenas llevan medio año de andadura pero ya han realizado jornadas sobre lenguaje de programación, robótica con la plataforma de hardware libre Arduino o inteligencia artificial. Para ello cuentan con el apoyo de los profesores de la Facultad de Ciencias, como los del grupo de investigación BISITE, que incluso les ceden materiales. “Intentamos trabajar con el mínimo presupuesto posible, pero sí necesitamos asesoramiento y promoción de las actividades”, comentan.
Por eso, también buscan la colaboración de otras entidades, por ejemplo, el laboratorio MediaLab USAL, que lanza proyectos que fusionan arte y tecnología, o la asociación Charrosfera, que dinamiza proyectos innovadores salmantinos. ACM no cierra sus puertas a nadie, ni siquiera trata de restringirse al mundo de la computación, sino que está abierta a todo tipo de ideas y propuestas, ya que la informática hoy en día impregna cualquier tipo de actividad y “no se restringe a esta facultad”, afirman sus miembros.
Colaboraciones
Además de esta asociación de Salamanca, en España ACM está presente en la Universidad Politécnica de Valencia y en la Universidad Politécnica de Madrid. “Queremos fomentar la unión para hacer un bloque nacional”, apuntan, de manera que sean más fuertes para asistir a eventos, compartir recursos o promover el surgimiento de nuevos grupos.
A nivel internacional, ACM es una gran comunidad y sus delegaciones o “capítulos” crecen continuamente en todo el mundo, pero especialmente en Estados Unidos. Muchos de estos grupos están especializados en áreas concretas de la computación o promueven su popularización entre las capas sociales menos vinculadas al mundo de la informática, por ejemplo, la mujer. De hecho, hoy en día el sector femenino sigue siendo muy minoritario entre los estudiantes de la carrera y prueba de ello es que entre la veintena de miembros de esta asociación sólo hay un par de chicas.
Una de las iniciativas más recientes de la delegación salmantina ha sido poner en marcha un foro denominado ACM Respuestas, con el objetivo de que cualquiera que forme parte de la comunidad de estudiantes de informática pueda preguntar sus dudas y otros las respondan. La iniciativa está basada en Stack Overflow, sitio web utilizado por la comunidad internacional de desarrolladores informáticos. La idea es reproducir el modelo para cuestiones más locales en las que los propios estudiantes salmantinos puedan ayudarse entre sí incluso en cuestiones como trabajos prácticos de asignaturas.
Publicaciones científicas internacionales
Asociarse a un grupo local es gratuito, pero por una pequeña cuota anual también existe la posibilidad de ser miembro de ACM a nivel internacional y obtener ventajas como poder publicar artículos en las revistas científicas de esta asociación, algunas de las cuales le dan la oportunidad de hacerlo a estudiantes sin un currículum previo.
Aunque muy jóvenes, están convencidos de que tienen mucho que aportar y de que pueden desarrollar proyectos novedosos dignos de ser publicados. De hecho, una de sus áreas de trabajo son las redes neuronales, un concepto que está en la vanguardia de la investigación. “Son sistemas de inteligencia artificial para moldear procesos naturales o artificiales que se basan en el funcionamiento de las neuronas biológicas. Estamos intentando conseguir un simulador de videojuegos que se entrene a sí mismo observando las acciones del usuario, es decir, con capacidad para aprender a jugar”, señalan.