Cultura España Valladolid , Valladolid, Viernes, 13 de marzo de 2015 a las 18:07

Desgranando los secretos de la ciencia del fuego

Desde el 23 de diciembre del pasado año hasta el 16 de enero de 2016, el Museo de la Ciencia de Valladolid se convierte en el hogar del Cuerpo de Bomberos más antiguo de España

Francisco B. Carrete/DICYT Aprovechando los cinco siglos que cumple el Cuerpo de Bomberos de la capital castellano y leonesa, el Museo de la Ciencia de Valladolid presenta la exposición Bomberos. Valladolid 500 años, 1515 – 2015. Una producción propia del Museo, el principal evento de los realizados por la celebración de los 500 años, que cuenta con la colaboración de los dos Parques de Bomberos de la ciudad: Parque Central y Parque de Canterac.

 

Éstos han cedido gran parte del material que puede ver el público en esta exposición temporal. Labor que ha conllevado rescatar del olvido y desempolvar herramientas, cascos, trajes y demás utilería propia del gremio.


La exposición sigue un recorrido que comienza por una reseña a los orígenes del fuego y acto seguido viaja hasta el año 1515 cuando Juana I de Castilla emite la Rea Cédula que reconoce al Cuerpo de Bomberos de Valladolid. Al visitante se le da la oportunidad de revivir el incendio que asoló todo el centro de la ciudad en 1561, motivo por el que Felipe II revalidó esta Cédula. El mismo que creó un nuevo plan urbanístico y un proyecto de reconstrucción de la ciudad. Proyecto que dio a luz a la actual Plaza Mayor de Valladolid.


Tras el recorrido histórico el público pasa a la exposición en su sentido más puro: caminos, bombas, mangueras, escaleras, herramientas, fotografías, etc., todo un compendio de utensilios, vehículos y fotografías que muestran el trabajo del bombero y cómo ha evolucionado la profesión. Seguidamente se encuentra una sección destinada a la ciencia del fuego, cómo se produce, qué es necesario para que se produzca, el tipo de fuego, etc. Y por último, una zona lúdica para los más pequeños con rocódromo, disfraces, maqueta a escala de Playmobil, etc. A lo largo de la muestra se proyectan distintos vídeos en los que se recrean operaciones de rescate o protocolos de actuación.


Una exposición para todos los públicos, tal y como explica Inés Rodríguez Hidalgo, “que tiene muchos niveles de aceptación, aunque especialmente apta para un público familiar”. Cualquiera que visite esta exposición puede encontrar algo que le llame la atención. Para los niños, un acercamiento a esa profesión tan atractiva. Para los propios bomberos una oportunidad para conocer la historia de su profesión en la ciudad y recordar otros tiempos. Y para el resto de visitantes, un mundo, creído conocido, pero desconocido en el que perderse. Como apunta la directora del museo, “la exposición está teniendo una buena aceptación, y eso se nota”.


La ciencia del fuego


“Insistí mucho en que hubiera una parte sobre la ciencia del fuego”, reivindica Inés Rodríguez Hidalgo. Uno de los objetivos innatos de cualquier museo de ciencia es la divulgación científica y el acercamiento de la ciencia al público corriente, no especializado. Por esta razón la exposición presenta un apartado único para la ciencia del fuego.


Éste es explicado como un tetraedro, un todo que consta de cuatro partes: un combustible (un folio por ejemplo), un comburente (el oxígeno), una energía de activación (una chispa) y una reacción en cadena. De esta manera se consigue una reacción de combustión en la que realmente lo que arde no es el folio sino el aire, porque solo los gases pueden arder. ¿Qué le ocurre al folio, entonces? simplemente se volatiliza.


Para acabar con un fuego basta con atacar a uno de estos elementos del tetraedro. A través del aislamiento o la dispersión se impide que el fuego llegue a más combustible. Si por el contrario se intenta ahogar la reacción para que no llegue más oxígeno, se producirá un efecto de sofocación. Mediante el enfriamiento la energía de activación se corrige y se evita que la reacción continúe iniciándose. Por último para interrumpir la reacción en cadena, los bomberos utilizan métodos de inhibición (con extintores por ejemplo).


Hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de incendios según el lugar y las características de cada uno. Así se habla de incendios urbanos (edificios), industriales (fábricas con gran cantidad de elementos combustibles), forestales (atacan a grandes masas forestales) y vehiculares (afectan a vehículos). Pero también hay distintos tipos de fuegos según los materiales que sirven como combustibles. Son seis clases de fuegos dependiendo de la fuente de la combustión: combustibles sólidos no metálicos (clase A), líquidos inflamables (clase B), gases inflamables (clase C), metales (calse D), de origen radiactivo (clase E) y de grasas, aceites y sus derivados (clase F).


Una exposición marca España


Además de contar con el apoyo de los servicios vallisoletanos de extinción de fuegos, los servicios de otras ciudades españolas han apoyado y han cedido material para esta exposición. Cabe destacar el Museo del Fuego y Bomberos de Zaragoza; los Bomberos Voluntarios del Ayuntamiento de Santander, así como el Museo del Parque Municipal de Bomberos de la misma ciudad; la empresa Dräger; el Centro de Iniciativas Turísticas de Tordesillas y los Parques de Bomberos de Medina de Rioseco y de Medina del Campo.