Salud Portugal , Castelo Branco, Jueves, 23 de abril de 2015 a las 13:12
INESPO II

La cafeína en dosis moderadas estimula la formación de espermatozoides

Una investigación revela que dosis bajas o moderadas de cafeína favorecen la espermatogénesis, pero que en dosis altas podría ser perjudicial

José Pichel Andrés/DICYT Una investigación indica que la cafeína puede influir en la espermatogénesis, la formación de los gametos masculinos o espermatozoides. El estudio, realizado por la Universidad de Beira Interior y publicado recientemente en la revista científica Toxicology, señala que en dosis bajas o moderadas la cafeína estimula este proceso, mientras que en dosis altas podría ser perjudicial.

 

“Los resultados indican que la cafeína altera el metabolismo de las células de Sertoli, que apoyan el desarrollo de los espermatozoides”, explica a DiCYT Pedro Oliveira, investigador de la Universidad de Beira Interior. En dosis bajas o moderadas, el compuesto favorece que estas células produzcan lactato, un metabolito esencial para que ocurra la espermatogénesis. Sin embargo, cuando la cantidad de cafeína es muy elevada el efecto puede ser el contrario por una mayor oxidación de las células.

 

En definitiva, “aunque se necesitan más estudios para aclarar las dosis de cafeína que pueden ser beneficiosas o perjudiciales para la función de las células de Sertoli, los resultados sugieren que el consumo moderado parece seguro para la salud reproductiva masculina y promueve condiciones para el desarrollo y la supervivencia de los espermatozoides”.

 

El estudio se llevó a cabo in vitro con células de Sertoli humanas procedentes de biopsias testiculares. Los investigadores aplicaron a estas células tres dosis diferentes de cafeína para imitar las concentraciones que se han observado en consumidores puntuales, moderados y compulsivos de bebidas ricas en cafeína, como el café, el té verde y el té negro. Los científicos creen que estos experimentos son un buen modelo para entender lo que ocurre realmente en el organismo, teniendo en cuenta que las células de Sertoli son esenciales para la fertilidad masculina, puesto que definen la cantidad de espermatozoides que se forman.

 

Los investigadores consideraban especialmente interesante este estudio dada la tendencia al consumo de bebidas energéticas ricas en cafeína por parte de personas jóvenes en edad reproductiva.

 

Consumo específico sin determinar

 

Sin embargo, se trata de “un estudio preliminar que no permite establecer las dosis específicas de cafeína que un adulto debe consumir”, advierte Pedro Oliveira. En cualquier caso, “los resultados obtenidos sugieren que la ingesta de una dosis diaria de cafeína correspondiente al consumo de tres o cuatro cafés o cinco o seis tazas de té durante días parece no tener efectos negativos sobre las células de Sertoli” y que incluso “parece tener efectos promotores para el funcionamiento metabólico de estas células”.

 

No obstante, hay que tener en cuenta que existen otros alimentos y bebidas que contienen una buena dosis de cafeína, como el cacao o algunos refrescos de cola, y que los resultados también indican que en altas dosis este compuesto interfiere en el funcionamiento de las células, dando lugar a un deterioro de la fertilidad masculina. Por eso, los científicos consideran pertinente seguir estudiando los efectos de otras dosis de cafeína.

 

“La infertilidad afecta a un número cada vez mayor de parejas en edad reproductiva”, señala el especialista. El factor masculino, solo o en combinación con el femenino, representa dos tercios de los casos de infertilidad y se suele asociar a enfermedades metabólicas, como la obesidad o la diabetes, así como al consumo de drogas, alcohol, tabaco y ciertos medicamentos. Por eso, “es imprescindible profundizar en la comprensión de los mecanismos subyacentes a los cambios en la salud reproductiva masculina”.

 

Referencia bibliográfica 

 

Dose-dependent effects of caffeine in human Sertoli cells metabolism and oxidative profile: Relevance for male fertility. Tânia R. Dias, Marco G. Alves, Raquel L. Bernardino, Ana D. Martins, Ana C. Moreira, Joaquina Silva, Alberto Barros, Mário Sousa, Branca M. Silva, Pedro F. Oliveira. Toxicology, Volume 328, 3 February 2015, Pages 12–20. doi:10.1016/j.tox.2014.12.003