Alimentación México , México, Mi茅rcoles, 04 de mayo de 2016 a las 14:26

Una investigaci贸n de la UNAM promueve la conservaci贸n de los grandes carn铆voros

El proyecto tiene como referencia la Estrategia Nacional para la Conservaci贸n y Manejo del Jaguar

CONACYT/DICYT El doctor Juan Luis Peña Mondragón, biólogo egresado del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelia, coordina una investigación sobre la interacción de grandes carnívoros en la Sierra Madre Oriental.

 

El objetivo del estudio es crear estrategias que permitan la conservación de las especies, además de la atención a las poblaciones rurales que conviven con estos animales. El proyecto tiene como referencia la Estrategia Nacional para la Conservación y Manejo del Jaguar, donde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a la par de instituciones académicas como los institutos de Biología y Ecología de la UNAM, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), entre otras, contribuyen para asegurar la supervivencia del gran felino. Sin embargo, estos esfuerzos van más allá de una sola especie, pues también se contemplan en el plan de trabajo otros depredadores del mismo ecosistema, como osos, pumas, linces, ocelotes, coyotes, entre otros.

 

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Peña Mondragón explica el procedimiento: “Primero trabajamos con los jaguares, cuántos hay, si tienen presas o no y hacia dónde se mueven. Empezamos a ver toda esta parte de biología y ecología para entender por qué se come el ganado, pero también contemplamos el aspecto social y antropológico, para ver cuál es la visión que tienen los dueños de las tierras hacia los jaguares, por ejemplo, para poder emitir estrategias, tanto sociales como ecológico-biológicas, y lograr así la mitigación del conflicto”.

 

Las relaciones que emergen de la creciente población humana y su demanda de recursos naturales, además de la irrupción de establecimientos agrícolas y especialmente ganaderos, afecta la fauna silvestre, pues al mismo tiempo que reducen el hábitat natural de estas especies se altera su ambiente introduciendo variedades de animales destinadas al consumo humano, tales como vacas, chivos y borregos que, al ser cazados por estos depredadores naturales, se convierten en blanco de los pobladores que se dedican a la crianza de dichos animales.

 

La investigación cuenta con tres importantes puntos de estudio. El primero se encuentra en los municipios de Aramberri y Zaragoza, en el estado de Nuevo León; el segundo de ellos se encuentra en el extremo sur, en la Selva Lacandona. El tercer punto de evaluación se encuentra en la costa de Jalisco, en el área de influencia de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala.

 

Peligro de extinción

 

Los pobladores de estas zonas crían animales para consumo humano como una ganadería extensiva, es decir que los rebaños suelen estar en libertad por la sierra y sus dueños únicamente se limitan a monitorear sus movimientos, capturando un ejemplar para su venta o consumo cuando se le requiere. Al utilizar este tipo de crianza, las posibilidades de ser objeto de ataque de un depredador aumentan considerablemente.

 

“México es un país megadiverso y muchas de estas especies, que están en peligro de extinción, son muy sensibles al cambio del ecosistema. La única forma de conservar estas áreas es trabajando con las comunidades que son las dueñas de las tierras. Nosotros podemos proponer estrategias de conservación, pero al final del día son los pobladores quienes tienen la decisión de jalar el gatillo para matar o no un jaguar”, explica el doctor.

 

Los estudiantes de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) intervienen en la investigación tratando de responder preguntas muy específicas que juntas integran los datos necesarios para resolver la ecuación que logre reducir la agresión contra dichos mamíferos, tales como la dieta y anatomía de los grandes carnívoros, así como la forma de vida de los pobladores locales. De esta manera, el equipo de trabajo del doctor Juan Luis Peña Mondragón analiza de manera integral las variables que conforman este conflicto de conservación.