Ciencia España , Canarias, Jueves, 20 de abril de 2017 a las 10:15

Descubren una supertierra rocosa en la zona habitable de una estrella fría próxima al Sol

La detección, en la que ha participado un investigador del IAC, fue posible con la técnica de tránsitos utilizando la red de telescopios de MEarth Sur y el espectrógrafo HARPS en un telescopio del Observatorio de La Silla, en Chile

IAC/DICYT Una de las técnicas de detección de exoplanetas más exitosas empleadas actualmente es la búsqueda de tránsitos. Del mismo modo que la Luna oculta parte de la luz solar en un eclipse, los tránsitos se producen cuando un planeta orbitando una estrella oculta una fracción de la luz de ésta. Existen muchos proyectos dedicados a detectar y monitorizar estas pequeñas variaciones en la luz de diversas estrellas con la esperanza de descubrir la presencia de un planeta extrasolar.

 

Uno de estos proyectos es MEarth, que utiliza una red de telescopios de 40 cm para medir la luz de cientos de estrellas. En septiembre de 2014, MEarth detectó un posible tránsito en la estrella bautizada como LHS 1140. Gracias a una minuciosa investigación utilizando datos de MEarth-South, en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo, y del espectrógrafo HARPS, instalado en el telescopio de 3,6 metros del Observatorio de La Silla, en Chile, del European Southern Observatory (ESO), se pudo deducir la presencia de un planeta orbitando alrededor de esta estrella cada 25 días. Precisamente, este espectrógrafo fue diseñado para detectar y estudiar planetas extrasolares. Un gemelo casi exacto se encuentra instalado en el Telescopio Nazionale Galileo (TNG), del Observatorio del Roque de los Muchachos, en Garafía (La Palma).

 

El planeta en cuestión, bautizado como LHS 1140b, orbita una estrella de tipo M. Este tipo de estrellas, con un tamaño y luminosidad menores que el Sol, son los astros más abundantes en nuestra galaxia. El sistema planetario se encuentra a tan sólo 40 años luz de la Tierra, es decir, en el vecindario solar. Un equipo internacional, del que forma parte el investigador del IAC Felipe Murgas, pudo establecer un tamaño y masa planetaria de 1,4 veces el radio terrestre y 6,6 veces la masa de la Tierra, respectivamente. Debido a su tamaño y gran masa, es muy probable que este planeta tenga una composición rocosa.

 

"Este es el exoplaneta más emocionante que he visto en la última década", comenta Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA) y primer autor del artículo de Nature. "Difícilmente podríamos esperar un objetivo mejor para realizar una de las mayores búsquedas en la ciencia: evidencias de vida más allá de la Tierra."

 

Otro hecho destacable del descubrimiento es que LHS 1140b orbita a su estrella en la llamada “zona de habitabilidad”, la región alrededor de una estrella en que la temperatura hace posible la existencia de agua en sus tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Éste es –como se sabe- uno de los requisitos para la existencia de vida tal como la conocemos en la Tierra.

 

“Por estar a una distancia de su estrella que permite temperaturas relativamente frías y poseer una masa capaz de impedir la evaporación de su atmósfera debido al viento solar de su estrella, LHS 1140b se ha convertido en uno de los candidatos más prometedores para detectar y estudiar su atmósfera utilizando la próxima generación de telescopios, como el Telescopio Espacial James Webb o el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT)”, concluye Felipe Murgas.

 

Referencia bibliográfica 

 

“A temperate rocky super-Earth transiting a nearby cool star”. Nature, 20 abril 2017.