Ciencias Sociales España , Soria, Viernes, 21 de abril de 2017 a las 15:33

La cerámica de Tiermes (Soria) desvela los nombres celtíberos y romanos de sus habitantes

Los arqueólogos de IE University Cesáreo Pérez y Pablo Arribas han estudiado un buen número de grafitos con signos antiguos de este yacimiento

IE UNIVERSITY/DICYT El estudio de las palabras y símbolos grabados sobre la superficie de la cerámica hallada en el yacimiento de Tiermes está desvelando algunos nombres propios de los habitantes celtíberos y romanos que un día poblaron este territorio, desde el siglo I a.C hasta el siglo V d.C.

 

Nombres celtíberos como Elaesus, Indebilis, Surus o Talaus, y otros cuyo origen hispano-latino no ofrece dudas, como Primus, Rufus, Sextus, Antonia o Lanuaria son algunos de los antropónimos identificados por miembros de la Unidad de Arqueología de IE University tras el análisis de ciento 56 grafitos descubiertos en Tiermes. Los grafitos son las marcas grabadas de manera intencionada con la ayuda de un objeto punzante sobre los recipientes cerámicos.

 

Los arqueólogos de IE University Pablo Arribas y Cesáreo Pérez acaban de publicar un novedoso artículo en el último número de la revista ‘Oppidum. Cuadernos de Investigación’ en el que reúnen y estudian de forma sistemática los grafitos de Tiermes y donde ponen de manifiesto la importancia que el estudio de estos grabados sobre cerámicas tiene para avanzar en el conocimiento de la onomástica de los habitantes de las ciudades del Duero, y de la vida cotidiana de la sociedad hispanorromana.

 

Han pasado más de cien años desde que comenzaron las excavaciones oficiales en Tiermes, cuando el Conde de Romanones recuperó los primeros materiales. Desde entonces han salido a la luz un conjunto 156 fragmentos cerámicos que incluyen grafitos de época romana conservados, en su mayoría en latín, que se documentan desde el siglo I a.C hasta el siglo V d.C.

 

Por primera vez se ha sistematizado y recopilado lo aportado a lo largo de cien años de excavaciones por los distintos arqueólogos que han intervenido en el yacimiento soriano, considerado uno de los más importantes de la Península Ibérica y objeto de estudio por expertos de diversos países del mundo.

 

Según los investigadores de IE University, en los estudios sobre cerámica indígena y romana “apenas se ha prestado atención a la onomástica reflejada en los distintos recipientes cerámicos”. “El volumen de grafitos hallados sitúa a Tiermes como una de las fuentes principales de información arqueológica en una ciudad indígena-romana del interior de la península y con uno de los mayores conjuntos singularizados”, asegura el profesor Pérez Gónzález.

 

Dos grandes grupos

 

El estudio señala que los grafitos de Tiermes pueden dividirse en dos grandes grupos: los epigráficos, que incluyen algún tipo de inscripción, ya sean textos, palabras completas, abreviaturas o numerales; y los anepigráficos, que se corresponderían a elementos figurativos o geométricos, símbolos y grafías, como aspas, cruces o dibujos de árboles.

 

“Los grafitos epigráficos suponen más del 65 por ciento del total de los grafitos de Tiermes y son, en su mayoría, alusiones al propietario o usuario de la cerámica, en nominativo o genitivo”, indican los expertos de IE. Asimismo, creen que muchos de los grafitos anepigráficos fueron realizados por personas que no sabían escribir, pero que deseaban dejar constancia de su propiedad. Esto, además, era una manera de evitar los robos, indican los investigadores.

 

Las marcas sobre la cerámica podían ser realizadas antes de la cocción y, en este caso, el grafito suele identificar al fabricante del molde, al dueño del taller o al alfarero. Otra de las opciones, la mayoría de los casos, era grabar una palabra o símbolo con un objeto punzante una vez cocida la cerámica, acción llevada a cabo por los propietarios o usufructuarios del recipiente.

 

Se ha constatado que los textos, en la mayoría de los casos, se caracterizan por su brevedad y por un amplio uso de abreviaturas y siglas, y cuya identificación completa es sumamente dificultosa; no obstante, los arqueólogos de IE University han podido apreciar algunos nombres de los habitantes arévaco-romanos de Tiermes que se pueden unir a otros ya conocidos como los de Retugenus, Rufinus, Medugenus o Carvicius.

 

Reflejo de la situación social

 

Los grafitos revelan el origen, situación o condición social del propietario o benefactor de la cerámica, que señala si es ciudadano, militar, libre o esclavo. “En Tiermes, como en otros lugares similares del orbe romano, existía un modelo social estratificado y desigual, con un amplio abanico comprendido entre un escalafón inferior y una capa acomodada de carácter minoritario, incluyendo clases de individuos claramente diferenciados como esclavos, libertos, peregrinos, campesinos o comerciantes, entre otros”, indica Pablo Arribas, coautor de la investigación.

 

Los grafitos epigráficos conservados en las cerámicas de Tiermes “testimonian su empleo por una amplia base popular, fundamentalmente hispanolatina”, añade Arribas, que subraya que “los grafitos nos permiten conocer el grado de integración cultural de los habitantes de Tiermes entre los siglo I a.C y el V d.C”