Ciencia España , Valladolid, Lunes, 24 de julio de 2017 a las 12:12

Una investigadora de la UVa gana un premio internacional a la mejor tesis en fluidos supercríticos

La sociedad científica Isasf galardona también a Luis Miguel Sanz por el proyecto Light Energy

UVA/DICYT La investigadora postdoctoral de la Universidad de Valladolid (UVa) Míriam Rueda ha obtenido el premio a la mejor tesis doctoral de la International Society for the Advancement of Supercritical Fluids (Isasf). La sociedad internacional ha reconocido su trabajo para crear nuevos materiales de almacenamiento de hidrógeno, un combustible muy atractivo por su alto contenido energético y amable con el medio ambiente. La misma organización científica ha galardonado también a Luis Miguel Sanz por el proyecto Light Energy en la modalidad de plan de negocio.

 

En su tesis doctoral, Míriam Rueda ha estudiado durante cuatro años “diferentes técnicas para mejorar las propiedades de materiales de almacenamiento de hidrógeno basado en hidruros", según explica. De manera muy resumida, el trabajo investigador se centra en el resolver el problema del almacenamiento del hidrógeno de manera compacta y ligera. Según su autora, “ha sido una contribución al desarrollo de materiales innovadores de almacenamiento de hidrógeno basados en hidruros con propiedades mejoradas".

 

Para ello, “se han desarrollado técnicas para reducir el tamaño de partícula mediante el uso de disolventes verdes como CO2 y por otro lado la estabilización en un soporte (aerogeles de sílice) para preservar las propiedades mejoradas durante varios ciclos".

 

Al premio, de carácter internacional, han concurrido investigadores de Alemania, Estados Unidos, Francia, Portugal y Suecia. Entregado desde el curso 1995-96, hasta ahora los únicos españoles ganadores de este galardón habían sido Ingrid Cabrera (del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y Cristina Gutiérrez (de la Universidad de Castilla-La Mancha) en el curso 2013-14.

 

Valoración

 

Míriam Rueda asegura que el premio de la Isasf es “un reconocimiento a todo el trabajo realizado durante los últimos cuatro años, gracias a la magnífica supervisión de Ángel Martín Martínez". “Cuando me comunicaron el premio me emocioné porque vi que todo el esfuerzo y los momentos duros pasados habían sido reconocidos", expresa. Rueda es actualmente investigadora postdoctoral del Grupo de Alta Presión dentro del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Uva, que lidera María José Cocero. El premio fue entregado en el 16th European Meeting on Supercritical Fluids, celebrado en Lisboa entre el 25 y el 28 de abril de 2017.

 

La investigadora ha obtenido recientemente una ayuda a la investigación en energía y medio ambiente de la Fundación Iberdrola. Además, este año fue incluida en la lista Forbes Under 30, en la categoría de industria.

 

El combustible y los hidruros

 

El hidrógeno es una posible solución como fuente de energía ante el progresivo agotamiento de los combustibles fósiles y para reducir el agravamiento del calentamiento global. Se puede producir mediante un procedimiento llamado electrólisis del agua utilizando fuentes renovables. Sin embargo, para hacer realidad la denominada sociedad del hidrógeno, se necesita una producción eficiente del combustible, y resolver cuestiones relativas a su conversión en electricidad y su almacenamiento.

 

Almacenar hidrógeno en vehículos y dispositivos móviles es una tarea compleja. Los lugares donde se conservaría deben ser los más reducidos posible. Uno de los sistemas de almacenamiento más prometedores son los hidruros, compuestos químicos que liberan el hidrógeno mediante una reacción. La investigación planteó reducir el tamaño del hidruro mediante nanoingeniería. La tesis ha desarrollado técnicas para mejorar las limitaciones de los hidruros y desarrollar materiales de almacenamiento de hidrógeno mejorados.

 

En la tesis doctoral de Rueda se ha utilizado fluidos para reducir hidruros y mejorar la liberación del hidrógeno y para confinar el hidruro en un soporte. Concretamente, se ha empleado dióxido de carbono (CO2) porque en un estado supercrítico “tiene propiedades muy beneficiosas" para este proceso, explica la autora. El CO2 es uno de los gases de efecto invernadero que está causando graves problemas ambientales.