Tecnología Perú , Perú, Miércoles, 13 de septiembre de 2017 a las 06:09

Shicras: una antigua técnica de la civilización Caral que ayuda a construir viviendas antisísmicas

Desde hace más de 50 siglos, los antiguos constructores, especialmente de la costa peruana -donde hay mayor actividad sísmica-, tuvieron que luchar para proteger las construcciones de la frecuente ocurrencia de terremotos

PUCP/DICYT El Ing. Julio Vargas Neumann, docente del Departamento de Ingeniería e investigador de nuestra Universidad, es uno de los responsables de un interesante proyecto sobre construcción de viviendas sismorresistentes al rescatar una técnica usada hace más de cinco mil años por la cultura Caral. “Se trata del uso de las shicras, bolsas hechas con fibra vegetal que son rellenadas, generalmente, con rocas de diferentes tamaños”, explica. La durabilidad de la infraestructura de la cultura Caral tiene así una explicación.

 

Desde hace más de 50 siglos, los antiguos constructores, especialmente de la costa peruana -donde hay mayor actividad sísmica-, tuvieron que luchar para proteger las construcciones de la frecuente ocurrencia de terremotos que nos acompañan desde siempre, con muertes y pérdidas materiales.

 

Las propuestas de investigación del Ing. Vargas para trabajar en Caral empezaron el 2011, pero tienen como antecedente una investigación realizada en una tesis de Arqueología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Con base en dicho documento, con apoyo del Fondo del Embajador de Estados Unidos y con la autorización de las autoridades a cargo de Caral, el Ing. Vargas, acompañado de los ingenieros Carlos Iwaki y Álvaro Rubiños, procedió a evaluar la estructura de la Galería de Caral.

 

Tras largos estudios de campo para descubrir y explicar el por qué de la existencia y uso de las shicras, que aparecen a lo largo de 400 km de la costa centro-norte peruana, se concluyó que los habitantes de Caral – Supe elaboraron shicras para cimentar la construcción de pirámides como técnica de construcción antisísmica. Los resultados fueron reportados a la autoridad del complejo arqueológico el año 2011. Un año después se presentó un artículo en la XI Conferencia Internacional sobre el Estudio y Conservación del Patrimonio Arquitectónico de Tierra (Lima, 2012), que destacaba el comportamiento sismorresistente de los núcleos de las pirámides de Caral.


Interés conjunto

 

“Al trabajar en la norma de Construcción con Tierra Reforzada, publicada por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) este en abril de este año, se comprendió no solo la necesidad de reforzar los muros de tierra, sino de disminuir los costos de la cimentación de las construcciones actuales”, dice el profesor Vargas. Y añade: “Los programas de vivienda rural del Estado y su acción de reconstrucción después de los sismos empleaban cerca de la mitad del presupuesto al hacer cimentaciones y sobrecimentaciones de cemento, arena y piedras”.

 

Entonces entraron en escena las shicras. Para probar su teoría y seguir las enseñanzas de nuestros antepasados, el Ing. Vargas cuenta que se ha realizado una alianza con el MVCS, que apuesta por mejorar la norma publicada en abril. Este proyecto está a cargo del Ing. Julio Vargas Neumann, y el equipo de trabajo está conformado por el Mg. Ing. Carlos Sosa, el Bach. Ing. José Montoya y Mauricio Ortiz, quien se encuentra realizando su tesis de grado de Ingeniería Civil. Inicialmente se realizaron tres pruebas de muros y módulos de vivienda sobre la mesa vibradora con la señal grabada del sismo de Huaraz, 1970. En el último ensayo, gracias a un proceso ensayo error, se pudo observar claramente el aislamiento sísmico de la vivienda. Solo ocurrieron fisuras muy leves en dos de las cuatro paredes, que tenían ventanas.

 

Finalmente, se instaló un prototipo de casa sismorresistente afianzada con shicras y mallas en la localidad de Orduña, provincia de Lampa, departamento de Puno. El año pasado, tras la instalación, ocurrió un sismo en Orduña el 1 de diciembre que, por los daños provocados, puede clasificarse como fuerte. La escala de Intensidad de Mercalli clasifica el terremoto en Orduña como de grado VIII (destructivo). ¿El resultado? “Los daños en las casas reforzadas son leves, fisuras o grietas finas, pequeños desprendimiento del enlucido, etc. Todos los casos son fácilmente reparables con muy bajo costo”, explicó el Ing. Vargas.