Salud España , Salamanca, Viernes, 03 de noviembre de 2017 a las 12:11

Un proyecto busca mejorar la calidad de vida de los cuidadores de familiares dependientes que acuden a centros de día

Investigadores de Salamanca estudian la eficacia de una intervención de apoyo para afrontar la resistencia a acudir a los centros

José Pichel Andrés/DICYT La Unidad de Investigación de Atención Primaria del Centro de Salud La Alamedilla de Salamanca está desarrollando un proyecto para mejorar la calidad de vida de los cuidadores que llevan a familiares dependientes a centros de día para mayores. Con frecuencia estos usuarios se resisten a acudir, con el consiguiente aumento del estrés para los miembros de sus familias. Esta iniciativa apuesta por ejecutar un programa de intervención que sirva de apoyo a los cuidadores. Si sus resultados son positivos, podría ofrecerse en los centros de día.

 

Emiliano Rodríguez Sánchez, investigador principal del proyecto, explica a DiCYT que esta línea de trabajo comenzó hace ya 10 años. “En su día realizamos entrevistas a cuidadores de familiares dependientes y elaboramos un programa de apoyo psicológico basado en evidencias, es decir, con el respaldo de la investigación científica”, afirma. El proyecto se concretó en una serie de talleres para grupos de cuidadores y de esa experiencia aún perviven grupos de autoayuda que se reúnen dos veces al mes en el Centro de Salud Miguel Armijo Moreno. “Aunque reducidas por falta de recursos, a estas sesiones están invitados todos los cuidadores de Salamanca”, comenta.

 

Derivado de este trabajo, en la actualidad está en marcha el proyecto ‘Intervención sobre cuidadores de familiares con problemas de conducta relacionados con la asistencia al centro de día', también denominado Estudio PROCENDIAS. “Los centros de día son un método de respiro para los cuidadores, pero no tienen tanta demanda como deberían por los problemas de conducta que a veces presentan las personas dependientes ”, explica Olaya Tamayo Morales, una de las investigadoras que se ocupa de esta iniciativa. En definitiva, a menudo los cuidadores no llevan a sus familiares dependientes porque estos no reaccionan de forma positiva a la estancia, al transporte o ambos.


La intervención está dirigida particularmente a los cuidadores de familiares con deterioro cognitivo, por lo que se incluyen los centros especializados de Salamanca como la Asociación de Familiares de enfermos de Alzheimer (AFA) y el Centro de Referencia Estatal de personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (CREA), pero se pueden beneficiar de ella también aquellas personas que acuden a otros centro de día para mayores y no presenten demencia (Cruz Roja, Salamanca Vida, etc.).

 

Cuidar a una persona dependiente se considera una situación de estrés que afecta a la salud, así que cualquier avance en este terreno tendría una importante repercusión social. Un 84% de los cuidadores experimentan algún problema físico y un 70%, dolores de cabeza y cansancio. En general, presentan altos niveles de depresión, ansiedad e ira y consumen más fármacos que el resto de la población. La mayoría son mujeres y en muchas ocasiones, cónyuges de la persona dependiente.

 

Más problemas tras el fin de semana


Antes de la puesta en marcha de este estudio se realizó una encuesta a los trabajadores de los centros de día para comprobar si percibían esa resistencia y las respuestas fueron heterogéneas, así que los investigadores tratan de recabar más datos. No obstante, en líneas generales los trabajadores consideran que los problemas de conducta son frecuentes en los centros de día y en los transportes desde el domicilio. Además, los problemas se agudizan tras los fines de semana, cuando se rompe con la rutina diaria, especialmente entre los usuarios que sufren demencias.

 

En un estudio piloto realizado en Madrid con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos, los investigadores implementaron una novedosa intervención dirigida a aminorar la resistencia del dependiente a asistir al centro de día. La frecuencia de los comportamientos problemáticos disminuyó y además se observó una reducción clínica de los síntomas de ansiedad y depresión de los cuidadores.

 

Aquella primera experiencia con un pequeño número de casos se va a trasladar ahora a un estudio amplio que se realiza en Salamanca con 140 participantes, 70 en el grupo de intervención y 70 en el grupo control. La idea es ofrecer una intervención a los cuidadores, que formarán parte de un grupo de entre seis y ocho personas que se reunirá una vez a la semana durante ocho semanas consecutivas. En estas sesiones se analizará qué es un problema de conducta, se enseñará a detectar antecedentes y consecuencias y se expondrán los casos de forma personalizada. De esta manera, el objetivo es que el propio cuidador y el grupo en su conjunto puedan encontrar soluciones de consenso para cada participante.

 

En busca de participantes


Para comprobar los resultados de este tipo de intervención, tanto los cuidadores familiares como los trabajadores de los centros de día pasarán por una evaluación previa y otra pasados seis meses. La mitad de los cuidadores seleccionados para el estudio habrán recibido la intervención y la otra mitad habrán formado el grupo de control para analizar las diferencias. Parte del estudio ya se ha realizado en meses pasados, pero aún se necesitan decenas de cuidadores para completarlo.


Si los investigadores comprueban que esta acción es eficaz para disminuir el malestar de los familiares y de los pacientes, podría ofrecerse como terapia no farmacológica por parte de los propios centros de día, un servicio que se añadiría a los que ya prestan en la actualidad.


Las personas que tengan familiares que acuden a centros de día y quieran formar parte del estudio pueden ponerse en contacto con el propio centro de día o con los investigadores, acudiendo a la Unidad de Investigación del Centro de Salud La Alamedilla o escribiendo al correo alamedilla.investigacion@gmail.com.