Alimentación Chile , Chile, Martes, 28 de noviembre de 2017 a las 10:58

Las cenizas de los volcanes de la Antártida podrían afectar al tráfico aéreo en amplias zonas del hemisferio sur

Las simulaciones realizadas muestran que las partículas volcánicas en suspensión podrían llegar incluso hasta latitudes tropicales

ICTJA-CSIC/DICYT Las nubes de cenizas emitidas durante la erupción de un volcán antártico podrían afectar al tráfico aéreo en amplias zonas del hemisferio sur, según un estudio realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del CSIC (ICTJA-CSIC) y el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). El trabajo ha analizado por primera vez a través de simulaciones el posible impacto y los patrones de dispersión de las cenizas procedentes del volcán de Isla Decepción que tendrían el potencial de llegar a latitudes tropicales. La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, muestra que los volcanes de la Antártida pueden suponer una amenaza mayor de lo que se creía hasta ahora.

 

Las simulaciones de dispersión de cenizas efectuadas por los autores del estudio han tenido en cuenta diferentes escenarios meteorológicos y características eruptivas. "Los modelos nos indican, que las cenizas emitidas por erupciones volcánicas en altas latitudes del hemisferio sur, como en el caso de Isla Decepción, podrían rodear el planeta, afectando a una gran parte de la costa atlántica de América del Sur, Sudáfrica y Oceanía", explica la investigadora Adelina Geyer del ICTJA-CSIC.

 

La dispersión de partículas podría tener un impacto significativo en la seguridad aérea del hemisferio austral. Según las simulaciones realizadas, la presencia de cenizas volcánicas en la atmosfera se situaría, en determinadas circunstancias, por encima de los límites de seguridad establecidos, afectando a las rutas aéreas domésticas e internacionales de Sudáfrica y también a los vuelos que conectan el continente africano con Sudamérica y Australia.

 

"El estudio subraya la necesidad de continuar con la investigación en la zona para determinar la posibilidad de una nueva erupción en Isla Decepción y ampliar la evaluación de los peligros asociados a otros volcanes activos del continente antártico, ya que, como en el caso de Isla Decepción, cada vez hay más actividad científica y turística en la zona", indica Adelina Geyer.

 

Las simulaciones se han realizado en el supercomputador MareNostrum 3 con el modelo meteorológico y de dispersión atmosférica NMMB-MONARCH-ASH del BSC-CNS a escalas regional y global, tomando como referencia la erupción ocurrida en Isla Decepción en el año 1970. Uno de los objetivos del estudio es incrementar la conciencia sobre la necesidad de realizar evaluaciones específicas de riesgos para gestionar mejor el tráfico aéreo en caso de una erupción. Varios episodios volcánicos ocurridos en los últimos años, incluyendo Eyjafjallajökull (Islandia, 2010), Grímsvötn (Islandia, 2010) y Cordón Caulle (Chile, 2010) han generado grandes pérdidas económicas para una parte del sector aeronáutico.

 

Isla Decepción: uno de los volcanes más activos de la Antártida

 

De las decenas de volcanes ubicados en la Antártida, al menos nueve (Berlín, isla Buckle, isla Decepción, Erebus, montañas Hudson, Melbourne, isla Pingüino, Takahe y Las Pleiades) se sabe que son activos y cinco de ellos han registrado una actividad volcánica frecuente en tiempos históricos. El volcán de Isla decepción, situado en el estrecho de Bransfield, es uno de los más activos de la región, con varias decenas de erupciones en los últimos 10.000 años.

 

Desde el siglo XIX, el volcán de Isla Decepción ha tenido períodos de alta actividad, seguidos de décadas de inactividad. Los episodios de agitación registrados en los años 1992, 1999 y 2014-2015 demuestran que el sistema volcánico aún está activo. Durante las erupciones explosivas más recientes ocurridas el 1967, el 1969 y el 1970, la caída de cenizas afectó a las bases científicas que operaban en la isla en ese momento.

 

Adelina Geyer coordina actualmente el proyecto POSVOLDEC, un estudio interdisciplinario con el objetivo de caracterizar el estado actual del sistema magmático del volcán de Isla Decepción.

 

El modelo NMMB-MONARCH-ASH del BSC-CNS

 

NMMB-MONARCH-ASH es un nuevo modelo de transporte meteorológico y atmosférico en línea para simular la emisión, transporte y deposición de partículas de tephra (cenizas) liberadas de erupciones volcánicas. El modelo pronostica las trayectorias de las nubes de cenizas, la concentración en los niveles relevantes para la aviación, y el grueso de los depósitos tanto para dominios regionales como globales.

 

 

Titulo del cuadro de apoyo
Geyer, A., A. Marti, S. Giralt, and A. Folch (2017), Potential ash impact from Antarctic volcanoes: Insights from Deception Island’s most recent eruption, Scientific Reports, 7(1), 16534, doi: 10.1038/s41598-017-16630-9.