Alimentación Cuba , Cuba, Jueves, 30 de noviembre de 2017 a las 08:43

El reloj biol贸gico avisa tambi茅n en los hombres

La andropausia origina p茅rdida de la energ铆a y la motivaci贸n, disminuci贸n concomitante de la actividad intelectual, de la memoria y de la orientaci贸n espacial

CNICM-Infomed/DICYT Parece que no existen tabúes a la hora de conversar sobre climaterio o menopausia cuando una mujer, llegada la edad, comienza a enfrentar los cambios que evidencia su cuerpo. Pero qué pasa con los hombres al llegar esta etapa en sus vidas.

 

Andropausia, así se conoce popularmente, pero para el doctor Manuel Gómez Alzugaray, Investigador Titular y Profesor consultante del Instituto Nacional de Endocrinología, es correcto decir Déficit Androgénico asociado al envejecimiento o Hipogonadismo Masculino Tardío para referirse a ese proceso biológico que viven los hombres cuando, llegados los 40 años, comienzan a evidenciarse ciertas diferencias que “algunos” se niegan a aceptar.

 

“Aunque la fertilidad en el hombre es más duradera, no quiere decir que con los años no se altere. El reloj biológico también corre cuando se trata del varón. A partir de los 20 años de edad la calidad del semen del hombre empeora en un 20% cada año. Según una investigación realizada en 2011, se señala que la capacidad de procrear en los hombres es muy similar a lo que se observa en la mujer aunque más suave y mantenida”, aseguró el Dr Gómez Alzugaray.

 

En un estudio sobre el tema, publicado en la Revista Cubana de Endocrinología, desde el punto de vista clínico se pueden comprobar varios factores que indican la llegada de la andropausia, como es el caso de la pérdida de la energía y/o la motivación, disminución concomitante de la actividad intelectual, de la memoria y de la orientación espacial. Por lo tanto es igualmente común en esta etapa de la vida de los hombres la presencia de fatiga, depresión, cambios emocionales, irritabilidad y debilidad muscular.

 

En la citada publicación, los doctores Dr. Manuel E. Licea Puig y Dra. Lizet Castelo Elías-Calles aseveran que mediante el proceso de andropausia se observa también disminución del deseo sexual y dificultad para lograr y mantener una erección eficiente, reducción de las erecciones nocturnas, disminución de la satisfacción sexual, descenso del volumen y fuerza del eyaculado, así como disminución del vello corporal y alteraciones en la piel.

 

“Estos cambios se deben, además de los efectos de otros factores relacionados con el envejecimiento como las enfermedades asociadas a cambios propios del aparato reproductivo y las funciones hormonales y estructurales del eje hipotálamo – hipófisis - testicular y el testículo mismo. En general se va observando una disminución de la tasa de producción de espermatozoides y la calidad de los mismos y una disminución en los niveles de testosterona, que a veces no son evidentes, lo que puede afectar también la calidad espermática y la libido”, comentó el Dr Manuel Gómez.

 

El especialista señala también que los riesgos cardiovasculares son más propensos durante el período de andropausia, así como también resaltan los padecimientos relacionados con el hígado, dígase de la alteración difusa estructural y la disminución de la capacidad de secreción de diferentes productos metabólicos.

 

Si bien en realidad no se produce una pausa radical en la producción hormonal, como sucede en la población femenina, durante el período de la andropausia ciertamente se experimenta un descenso en la generación de andrógenos, en este caso de testosterona, que se va prolongando en el tiempo. Aunque hay hombres que pasan los 60 años y no presentan descenso de la testosterona por lo que estos cambios dependen de cada individuo y se desconoce las causas de esta variación de un hombre a otro.

 

“No obstante es necesario eliminar en la población esa falsa creencia en la población de que el aparato reproductor del hombre tiene una alta disminución en la función reproductiva llegados los 40 años, porque este proceso se manifiesta de una manera lenta y escalonada a medida que avanzan los años y no hay por qué avergonzarse de ello, pues como decía Freud en su obra “La Moral sexual cultural y la nerviosidad moderna”, de 1908: lo sexual no puede reducirse a lo genital”, concluyó el Dr Manuel Gómez Alzugaray.