Tecnología España , Burgos, Lunes, 03 de septiembre de 2018 a las 16:06

Investigadores de Burgos e Israel producirán sensores portátiles para detectar explosivos improvisados

Los días 18 y 19 de octubre, la UBU participará en un workshop en la OTAN

UBU/DICYT Dos naciones, España e Israel, una perteneciente a la OTAN y la otra asociada a este organismo internacional, participan en el Programa Ciencia para la Paz 'Desarrollo de nuevos sensores químicos y tecnologías ópticas para la detección rápida y sensible de explosivos improvisados' a través del equipo de investigación de la Universidad de Burgos (UBU) de Nuevos Materiales Heterocíclicos y Química Supramolecular (SUPRABUR), que dirige el catedrático Tomás Torroba y su colega israelí Israel Schechter, de Instituto Tecnológico TECHNION, que tiene el objetivo de producir sensores portátiles que supervisen continuamente el entorno, detecten la presencia de compuestos explosivos y alerten al usuario.

 

El proyecto, que cuenta con una financiación de 300.000 euros, se inicia hoy y finalizará 1 de septiembre de 2021.

 

Torroba señala que, en la última década, se ha incrementado el uso de dispositivos explosivos improvisados, con una creciente necesidad de un método para detectar de manera rápida y confiable dispositivos explosivos en entornos militares y civiles antes de que el explosivo pueda causar daños. Las técnicas convencionales han tenido éxito en la detección de explosivos, sin embargo, tienen un costo enorme en equipos de capital y mantenimiento, costos en el consumo de energía, muestreo, gastos operacionales y falta de monitoreo continuo y en tiempo real.

 

Este programa facilitará la cooperación mutuamente beneficiosa en cuestiones de interés común, incluidos los esfuerzos internacionales para hacer frente a los desafíos de seguridad emergentes en la lucha contra el terrorismo mediante la implementación de tecnologías de detección contra la amenaza terrorista para dispositivos explosivos y otras actividades ilícitas. El objetivo específico de este trabajo será utilizar sensores químicos combinados con espectroscopía de extracción de electrones multifotónicos en una plataforma que constará de dos mecanismos de detección independientes, por detección química y espectroscopía, que tomarán mediciones de la misma muestra simultáneamente y lograrán proporcionar una redundancia en respuesta a una identificación explosiva positiva.

 

Mediante este sistema, los explosivos improvisados, así como los explosivos convencionales, podrán ser detectados de manera confiable. Gracias a la realización del proyecto, Torroba subraya que se generarán nuevos conocimientos y tecnología en la lucha contra el terrorismo mediante la puesta en marcha de nuevas tecnologías de detección contra la amenaza terrorista para dispositivos explosivos y otras actividades ilícitas.

 

Al hablar sobre la importancia e impacto de la seguridad, recuerda que la sociedad exhibe varios puntos vulnerables en los que los grupos terroristas pueden lanzar un ataque utilizando dispositivos explosivos improvisados que culminarían en una situación de pánico generalizada y víctimas. Es preciso, por tanto, "aumentar la seguridad, así como incrementar significativamente el nivel de experiencia en seguridad contra los ataques deliberados que se han incrementado en los últimos años" y subraya que “es urgente hacer que la sociedad sea más segura y disminuir el riesgo de víctimas". Si tiene éxito, este proyecto "mejorará la seguridad contra cualquier uso deliberado de dispositivos explosivos improvisados”, concluye.